CONSEJOS EN LA LIMPIEZA DEL BALCÓN Y LA TERRAZA
Con la llegada del buen tiempo, hay más ganas de estar fuera de casa, incluyendo los espacios exteriores del hogar, como balcón y terraza. Aunque antes de disfrutar de ambos, habrá que limpiarlos y ordenarlos.
Durante el resto del año, al tratarse de zonas externas poco utilizadas, estas áreas de la casa están más descuidadas.
Acumulan polvo y suciedad por las inclemencias del tiempo (como lluvia, viento, nieve) y además, por visitas de aves como palomas e insectos como arañas.
Pero no te preocupes, con organización tendrás tu balcón y terraza listos para ser usados. En esta entrada te compartimos unos pasos y recomendaciones que te ayudarán en su puesta a punto.
¿Qué necesitas para la limpieza las terrazas y balcones?
Antes de empezar a limpiar tu balcón o terraza, te aconsejamos que tengas preparados estos productos y utensilios:
- Recipientes.
- Trapos, paños y plumeros.
- Escoba y recogedor. También una escoba o cepillo de sorgo.
- Cepillo textil y cepillo de cerdas duras.
- Si tu terraza es grande y con baldosas de piedra, puedes emplear una hidrolimpiadora.
- Productos para favorecer una limpieza ecológica: jabón de Marsella, vinagre blanco , bicarbonato de sodio, limón, aceite de oliva, sal.
- Si estas dos zonas están muy sucias, quizás necesites emplear productos específicos, por ejemplo para los suelos.
Con todo listo, ya puedes comenzar con los pasos y zonas para limpiar el balcón y la terraza.
Cómo limpiar las barandillas del balcón y terraza
Te aconsejamos que empieces esta puesta a punto por las barandillas, así evitarás pisar el suelo después de limpiarlo.
Esta limpieza de barandillas depende del material con el que están fabricadas. Normalmente las barandillas son de: hierro forjado, hormigón, aluminio, mármol o vidrio.
Independientemente de su material, siempre el primer paso es usar una escoba para cepillar las barandillas, de esta manera quitas el polvo y las posibles telarañas.
Seguidamente, te explicamos cómo limpiar las barandillas según su material:
Barandillas de hierro forjado
Actualmente, el hierro forjado es el material más común para fabricar barandillas.
Primeramente, cepíllalas con la escoba o cepillo de sorgo. Seguidamente, limpia las barandillas con una solución de agua, limón y vinagre blanco. Déjalas secar al sol. Para acabar, empapa un paño con aceite de oliva y pásalo por toda la barandilla. El aceite sirve para dar brillo y que no se oxiden.
¿Y si tu barandilla ya está oxidada? Sigue este truco para quitar el óxido. Antes de limpiar la barandilla, deberás quitar la oxidación. Emplea un cepillo de cerdas duras mojado en una mezcla de 4 cucharadas de sal y medio limón. Frota hasta eliminar el óxido y ya puedes limpiar como te acabamos de contar.
Barandillas de hormigón
Estas barandillas son menos habituales ahora mismo, pero se siguen encontrando en algunas casas más antiguas.
Si tu casa es una de ellas, puedes limpiar las barandillas de hormigón con estas dos opciones: bicarbonato de sodio o amoniaco (ambos mezclados con mucha agua). Frota esta mezcla con un cepillo de cerdas duras hasta que queden limpias.
Barandillas de mármol
Para limpiar las barandillas de mármol, ralla un poco de jabón de Marsella y deja que se disuelva en un cubo con agua caliente. Pasa un trapo con la mezcla por las barandillas para quitar manchas e incrustaciones. Finalmente, sécalas con otro paño seco. Y si quieres pulirlas, puedes usar una pasta natural.
Barandillas de cristal
Limpia estas barandillas con los mismos productos que usas cuando limpias los cristales de tu casa. Llena un recipiente con agua caliente y vinagre blanco. Seguidamente, moja un paño que no raye el cristal en esta mezcla y limpia las barandillas de cristal con él.
Barandillas de aluminio
Las barandillas de aluminio están sustituyendo progresivamente a las de hierro forjado. Esto se debe a que el aluminio es más barato y ligero, y también más sencillo de limpiar.
El primer paso para limpiar las barandillas de aluminio es mezclar agua con jabón de Marsella disuelto. Pasa un paño humedecido con esta mezcla por toda la barandilla y deja que se seque al sol. Si deseas que el aluminio brille, emplea un producto específico.
Limpieza de ventanas y cristales
Con la llegada del verano, la lluvia y las inclemencias del tiempo cesan unos meses (exceptuando las tormentas de verano). Es un buen momento para quitar los cristales de las ventanas y limpiarlos a fondo.
Tienes varias opciones: usar una solución de agua y vinagre o un producto específico. Emplea papel de periódico o un paño que no raye. Cuando estén limpios, seca los cristales inmediatamente para evitar manchas.
Estas dos alternativas de limpieza sirven tanto para tu balcón acristalado como para las puertas de cristal y las ventanas que den a la terraza.
Y si las citadas ventanas disponen de persianas, puedes limpiarlas de esta forma.
Limpiar las rejas
Es el turno de las rejas. Para que no tengas que repetir el trabajo, te aconsejamos que las limpies cuando tengas los cristales limpios pero aun sin colocar.
El primer paso es quitar la suciedad más visible pasando un paño mojado con agua por toda la superficie de la reja.
Para las manchas y la suciedad, frota con el cepillo de cerdas duras mojado en un poco de detergente y agua. Finalmente quita los restos de espuma del detergente con agua.
Cómo limpiar los muebles de exterior
Después de limpiar las rejas, el siguiente paso es la limpieza profunda de los muebles de exterior.
Vigila estos muebles (especialmente mesas y sillas), ya que pueden deteriorarse por el mal tiempo. Si tienes espacio, en los meses que no los uses, guárdalos en un armario o bajo techo.
Los muebles exteriores de plástico son muy fáciles de limpiar: con pasar un paño con jabón neutro y agua (si quieres un poco de vinagre también) es suficiente. Te detallamos cómo limpiar los muebles de hierro y de madera.
Muebles de hierro:
Los muebles de hierro son muy resistentes, pero pueden oxidarse por la humedad. Para eliminar el óxido, frota las partes dañadas con un cepillo mojado en una solución de 3 partes de sal fina y una parte de zumo de limón. Deja en reposo esta mezcla durante media hora y retira los restos con una esponja. Si la pintura de los muebles está deteriorada, puedes darle un repaso.
Muebles de madera:
¿Quieres que tus mesas y sillas de madera parezcan nuevas? Crea una solución con un litro de agua y dos cucharadas de jabón líquido de Marsella. Moja un cepillo o paño en la mezcla y pásalo por todos los muebles. Retira los restos y deja secar los muebles al aire libre.
Para dejar los muebles de madera relucientes, puedes abrillantarlos con un producto especial o con aceite de linaza.

Limpiar las sombrillas o parasoles
Si tu terraza o balcón son grandes, seguramente dispongas de alguna sombrilla o parasol.
Para limpiarlos, primero quítales el polvo y la suciedad con el mencionado cepillo textil.
A continuación, para completar la limpieza a fondo, usa una esponja y una mezcla de agua tibia y sal gruesa. Humedece la esponja en la solución y pásala varias veces por todo el textil del parasol o sombrilla, con especial atención a las manchas. Acaba de limpiar enjuagando las superficies con abundante agua y listo.
Lámparas de exterior e interruptores
Para iluminar las noches de primavera y verano, seguramente tengas pequeñas lámparas en tu balcón o terraza.
Al estar en zonas exteriores, estas lámparas suelen acumular grandes cantidades de polvo y suciedad. Recuerda limpiarlas siempre cuando estén apagadas y frías. Para ello, con cuidado, pasa un trapo humedecido solo con agua. Si queda algún resto de suciedad incrustada, retírala un paño con agua y limón.
Para dejar listos los interruptores, la mejor opción es frotarlos con un algodón impregnado en alcohol.
Limpiar el suelo del balcón y la terraza
Con el resto de espacios ya limpios, toca el último paso, la limpieza del suelo de terrazas y balcones.
Como en los casos de muebles y barandillas, cada material del suelo necesita un tipo de limpieza y productos.
Aunque estos dos pasos son comunes a todos los suelos:
- El primer paso es barrer el suelo con una escoba para quitar restos de tierra, hojas secas y polvo.
- Otro de los pasos es pasar un cepillo de cerdas blandas mojado en agua caliente y jabón o detergente poco abrasivo. Si el tipo de suelo lo permite (lo sabrás a continuación), puedes utilizar una vaporeta.
Pasemos a la limpieza a fondo según el tipo de material del suelo:
Suelos de terracota
La terracota o barro cocido es el material más común para suelos de balcones y terrazas. Están en forma de baldosas.
Los suelos de terracota son sencillos de limpiar, ya que la suciedad y el polvo se quitan fácilmente barriendo. Si estos suelos tienen manchas, quítalas con una mezcla de agua y vinagre blanco. El vinagre también te aportará brillo. Otro método para limpiar los suelos de barro cocido y terracota es usar agua y un poco de lejía.
Si la terracota o barro están fabricados en forma de ladrillo, te recomendamos que limpies los suelos frotando con alguna escoba o cepillo mojado en agua y detergente.
Suelos de gres o pizarra
Otros materiales muy comunes en los suelos de balcones son el gres y la pizarra. Éstos son bastantes propensos a ensuciarse.
Para limpiarlos, en primer lugar, vierte un vaso de jabón de Marsella, un vaso de bicarbonato y dos de vinagre blanco en un cubo con agua caliente.
Cepilla bien el suelo con esta solución, y enjuaga con agua. Termina dejando secar el suelo al aire.
Suelos con baldosas de piedra
Estos suelos, por su forma, son bastante difíciles de limpiar.
Para su puesta a punto, te aconsejamos usar una vaporeta o hidrolimpiadora. Si no tienes, una alternativa para acabar con la suciedad incrustada es frotar fuertemente con agua y una escoba de exterior.
Suelos de cemento
Los suelos de cemento son fáciles de limpiar, ya que no suelen tener muchas manchas. Déjalos listos empleando una mezcla de vinagre y agua junto con detergente.
Suelos de hormigón
El hormigón surge de la mezcla del cemento con agua y otros componentes, por lo tanto, aunque se parezcan, los suelos de cemento y los suelos de hormigón no son lo mismo.
Los suelos de hormigón suelen estar en las casas más antiguas. Para dejarlos limpios, mezcla una taza de amoniaco en 2 litros de agua. Con ayuda del cepillo de cerdas suaves, frota por la superficie, haciendo hincapié en las manchas más difíciles. Para acabar la limpieza del suelo, enjuágalo bien.
Aleja a insectos y aves
Como te hemos mencionado ya, a veces habrá hormigas en tu balcón o terraza. Un truco para evitarlas son las fragancias fuertes: ten un par de plantas de eucalipto o recipientes con aceites esenciales. Otras soluciones para eliminar a las hormigas son el limón, el detergente o la miel.
Si quieres ahuyentar a otro tipo de insectos (como arañas o abejas) y aves, lee esta entrada de nuestro blog.
Y si quieres que tu terraza y balcón estén siempre listos…
Al acabar esta puesta a punto será más fácil mantener todo limpio y ordenado durante más tiempo. Para mantener la limpieza, semanalmente dedica unos minutos a estos espacios: barre con la escoba exclusiva del balcón/terraza, pasa un paño por barandillas y persianas, etc.
Sigue estos sencillos pasos parar mantener tus espacios exteriores perfectos. Y si necesitas ayuda con la limpieza doméstica, somos tu empresa.
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