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CÓMO LIMPIAR EL HORNO CON TRUCOS CASEROS

Uno de los electrodomésticos que más se utiliza pero menos se limpian es el horno. Además, este aparato se ensucia enseguida. Al hornear, se derraman muchos alimentos en el interior del horno y cuando la grasa se seca es difícil de eliminar.

Para evitar restos resecos y gérmenes, te recomendamos limpiar un poco el horno después de cada uso. Igualmente, realiza una limpieza profunda del electrodoméstico cada 6 meses.

A la hora de limpiar el horno, puedes emplear productos naturales que tengas en casa. Estas alternativas son ecológicas y más económicas. Algunas de estas opciones son vinagre, sal, limón o bicarbonato.
Aunque si lo prefieres, al final de esta entrada tienes algunos consejos sobre el uso de productos químicos específicos para la limpieza del horno.

Antes de compartirte cómo limpiar el horno te aconsejamos que al empezar lo tengas apagado y frío, salvo excepciones. Y que separes las bandejas y rejillas para desengrasarlas.

Y ya te compartimos los trucos caseros para limpiar el horno.

BICARBONATO Y VINAGRE

Empezamos con una de las mejores combinaciones para limpiar el horno, el bicarbonato con vinagre.

Es mejor que utilices este método por la tarde, ya que tendrás que dejar la mezcla en reposo durante 12 horas (y así la dejas toda la noche).

Ten cerca un recipiente, bicarbonato, agua, vinagre, un paño de cocina, una esponja, una espátula de plástico o de silicona, una botella con spray y guantes de goma. Con todo ello, ya puedes empezar:

  1. El primer paso es vaciar completamente el horno. Saca las bandejas y las rejillas. También extrae sartenes u otro menaje.
  2. En un recipiente pequeño, como un bol, mezcla media taza de bicarbonato con unas cucharadas de agua hasta que se cree una pasta espesa. Si quieres, añade 3 cucharadas de vinagre. Como el vinagre y el bicarbonato hacen reacción, vierte poco a poco estas cucharadas. Si la pasta queda líquida, añade más bicarbonato.
  3. Con una espátula de silicona, reparte esta pasta por el interior del horno (sobre todo por las zonas más sucias). Evita cubrir los ventiladores u otros elementos.
  4. Deja en reposo toda la noche o mínimo 12 horas.
  5. Al día siguiente, limpia el horno con un paño de cocina húmedo o una esponja humedecida con jabón neutro. Si hay suciedad incrustada, rasca con una espátula de plástico o de silicona.
  6. Vierte vinagre en un pulverizador y rocía la superficie donde aún queden suciedad. Retira con una bayeta o paño húmedo todos los restos de la mezcla y el jabón neutro.
  7. Para que el horno se seque más rápido, enciéndelo a temperatura baja durante no más de 15 minutos.
  8. Y para finalizar esta limpieza, coloca de nuevo los accesorios del horno.
Solo vinagre

Si tu objetivo es hacer una limpieza rápida y superficial, emplea solo vinagre. Por ejemplo, úsalo si el horno no está muy sucio.

Vierte en la bandeja del horno dos vasos de agua caliente y un vaso de vinagre. Enciente el horno a 200 grados y deja actuar a los líquidos durante media hora. El vapor del vinagre hace que la suciedad se reblandezca. Quita los restos pasando un trapo húmedo por las paredes del horno y el cristal.

Otro método es mezclar en un pulverizador vinagre y agua (1/4 de vinagre y 3/4 de agua) y rociarlos sobre las superficies y paredes. Déjalo en reposo también 30 minutos y retira con una esponja y agua. Aclara con un paño húmedo y seca con papel de cocina.

Esta mezcla de vinagre y agua también puedes aplicarla en otras superficies de la cocina: encimeras, fregaderos y electrodomésticos de acero inoxidable. Asimismo en utensilios como ollas, sartenes o tablas para picar/ cortar.

LEVADURA

Si no tienes bicarbonato o se te ha acabado, una alternativa es usar levadura.

Aunque esta opción tiene dos pequeños inconvenientes: esta mezcla es menos eficiente y hay que usar bastante cantidad de levadura. Además, el bicarbonato actúa más rápido. De todas formas, la levadura sigue siendo una buena alternativa. Sigue estos pasos para fabricar la pasta:

  1. En un recipiente, fabrica una pasta con unas cucharadas de levadura y un poco de agua.
  2. Distribuye esta pasta en todas las superficies sucias del horno. Para confirmar su efectividad, comprueba que esta mezcla se vuelve marrón.
  3. Deja la pasta en reposo durante toda la noche, mínimo 12 horas. Cuando pasen las horas, retira la mezcla con un paño húmedo.
  4. Y si han quedado restos, elimínalos con la ayuda de un pulverizador con agua y vinagre. Cuando contacten el vinagre y la levadura, se formará una espuma. Quítala con un paño húmedo.
  5. Para acabar, seca el horno encendiéndolo durante 15-20 minutos a una temperatura baja.

SAL

Si tu horno no está demasiado sucio, la sal común o sal de mesa será un buen producto para su limpieza. Los pasos a seguir son sencillos:

  1. Lo primero que hay que hacer es sacar las bandejas del horno.
  2. Dispón en un recipiente 1/2 litro de agua y 250 gr de sal. Reparte la mezcla por las paredes y la puerta interior del horno, con hincapié en manchas o salpicaduras.
  3. Deja actuar a la mezcla unos 15 o 20 minutos y enjuaga con una bayeta húmeda.

¿Después de la limpieza sigues notando malos olores? Diluye 250 g de sal en 1/2 litro de vinagre y colócalos en un pulverizador. Rocía el interior del horno y deja en reposo unos minutos. Acaba retirando los restos con una bayeta o esponja húmeda.

Además, la sal gruesa también sirve para sustituir al vinagre, en caso de que no tengas o te moleste su olor. Para eliminar manchas difíciles de grasa, crea una mezcla con agua, bicarbonato y sal gruesa.

REFRESCO DE COLA

Usar las propiedades de una bebida de cola para limpiar las rejas o rejillas del horno es un truco bastante desconocido.

Antes de comenzar la limpieza de las rejillas, extráelas fuera del horno. Mantenlas en remojo durante 15 minutos con el refresco de cola. Cuando finalice el cuarto de hora, frota las rejas con un estropajo o trapo húmedo, enjuaga bien y sécalas con un paño.
Para llevar a cabo esta táctica puedes usar cualquier marca de esta bebida (como Coca-cola, Pepsi o marcas blancas).

LIMÓN

El limón es un gran desengrasante natural. Además de desengrasar, eliminará los malos olores que desprende el horno, por ejemplo, al cocinar pescado. También es un producto desinfectante y antiséptico, es decir, te ayudará a acabar con las posibles bacterias.

Si aplicas limón, podrás dejar dentro del horno las bandejas y parrillas, porque también se limpiarán.

Antes de empezar, ten a mano un par de limones, una esponja o estropajo, una espátula y un paño seco. Y sigue estos pasos:

  1. Primeramente, exprime el zumo de dos limones y viértelo en un recipiente apto para horno con un 1/3 de agua. Puedes dejar las cáscaras de los limones.
  2. Introduce el recipiente en el horno y enciéndelo. Programa 30 minutos a 120 ºC.
  3. Para evitar quemarte, deja enfriar el horno antes de sacar. Con el recipiente fuera, quita la suciedad con un estropajo o esponja. Elimina la suciedad más incrustada frotando con una espátula de silicona o de plástico. Para que sea más fácil rascar, echa agua con el zumo del limón en las manchas más difíciles. Si aún quedan zonas sucias, repasa con el estropajo y agua con limón.
  4. Con toda la suciedad eliminada, ya puedes secar el horno con un paño limpio.
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En el siguiente apartado te contamos cómo limpiar las bandejas del horno, además de con el citado limón.

¿Y LAS BANDEJAS DEL HORNO?

SAL

Otro de los métodos de limpieza es la sal. El primer paso es extraer las bandejas del horno. Con un poco de papel de cocina, elimina los restos de grasa y aceite. Seguidamente, distribuye sal gorda por la superficie y vierte un poco de agua. Deja actuar durante 30 minutos y frota suavemente con un estropajo para acabar con la suciedad.

BICARBONATO Y VINAGRE

La otra alternativa es emplear bicarbonato y vinagre. Con las bandejas fuera, reparte sobre ellas una pasta de bicarbonato y vinagre de limpieza. Deja que la mezcla actúe durante toda la noche. A la mañana siguiente, añade un poco de agua y frota suavemente la superficie. Finaliza aclarando bien. Si la parte de debajo de las bandejas está sucia, repite el proceso.

¿Y LAS REJILLAS?

Para impedir la acumulación de grasa y suciedad, te aconsejamos limpiar siempre las rejillas después de utilizarlas. Te compartimos los pasos:

  1. Empieza llenando el fregadero con agua caliente y añadiendo un tapón de detergente para la ropa. Si vas a emplear detergente en polvo, añade la cantidad correspondiente a un ciclo de lavado corto.
  2. Mete las rejillas a remojo durante 20 minutos. Y si tu fregadero es pequeño, no hay problema. Introduce la mitad de la rejilla y cuando hayan pasado los 20 minutos, gira la rejilla y sumerge la otra mitad el mismo tiempo.
  3. Después del remojo, frota con un estropajo metálico para eliminar la comida quemada de las barras.
  4. Por último, vacía el fregadero, aclara las rejillas y sécalas con papel de cocina. Ya están listas para volver a meterlas en el horno.

ELIMINA LOS MALOS OLORES DEL HORNO

Al cocinar alimentos olorosos (como pescado), el horno se impregna de ellos y acaba desprendiendo malos olores. Para acabar con estos olores desagradables, una buena opción natural es el limón. Este cítrico también cuenta con propiedades antibacterianas y antisépticas. Un consejo: emplea esta táctica justo después de usar el horno para aprovechar el calor residual.

Los pasos a seguir son:

  1. En la bandeja del horno, vierte directamente agua, zumo de un limón y su cáscara. Otra alternativa es meter el zumo de dos limones en una cacerola o recipiente y colocarlos sobre la bandeja del horno. Después, cierra la puerta del horno.
  2. Si el horno está apagado y no tiene calor residual, enciéndelo durante 30 minutos a una temperatura media. Este calor desprenderá los aromas del limón y sus propiedades.
  3. Deja que enfriar el horno, retira con cuidado la bandeja/recipiente/cacerola y límpialos. Por último, pasa un paño húmedo por las superficies interiores del horno.

¿Y SI PREFIERES UTILIZAR PRODUCTOS ESPECÍFICOS?

  1. Ten cuidado al usarlos y sigue siempre las instrucciones del fabricante. Gran parte de estos productos químicos de limpieza contienen sosa cáustica, que quema la piel, irrita los ojos y daña los pulmones.
  2. Siguiendo con el punto anterior, mantén ventilada la cocina para que estos productos no te perjudiquen. Abre ventanas y la puerta para que no se impregne el ambiente.
  3. Para evitar que los productos toquen tu piel, ponte guantes de goma y manga larga. Tenlos puestos desde que empiezas a aplicar el limpiador químico hasta que lo retiras.
  4. Si los productos te salpican en la piel, lávate inmediatamente con jabón y agua en abundancia. Consulta las instrucciones del fabricante por si acaso. Al terminar de limpiar, también lava con agua caliente la parte exterior de los guantes.
  5. Como te hemos dicho, los limpiadores químicos suelen irritar los ojos, así que colócate unas gafas protectoras. Si el producto alcanza tus ojos, lávalos con abundante agua y consulta al médico en el caso de que sigan irritados.
  6. Si tienes niños, cuando estés limpiando en la cocina, mantenlos en otra estancia y que no entren hasta que esté todo limpio y desinfectado.
  7. Antes de empezar a limpiar, coloca papel de periódico bajo del horno para no dañar el suelo.
  8. Puedes limpiar las rejillas y las bandejas del horno con estos productos. Si las rejillas están muy ennegrecidas, frótalas con un estropajo metálico antes de aclarar el producto. Para las bandejas puedes utilizar un estropajo suave y un poco de detergente de lavavajillas. Puedes usar este detergente también para el interior del horno. Retira los restos con una bayeta húmeda.
  9. Al usar estos productos químicos, es mejor utilizar paños desechables para quitar los restos. Y sino, una vez realizada la limpieza, lava profundamente los paños de cocina o tela.
  10. Al terminar, asegúrate de quitar bien cualquier resto de producto. Pasa un paño mojado con agua tibia y escurrido por toda la superficie del horno y repite hasta que no haya restos de producto. Siguiendo este consejo evitas que se estropeen tus alimentos cuando los cocines y cojan olores.

Y para ir acabando la entrada, te compartimos tres trucos para evitar que el horno se ensucie tanto:

  • Siempre que lo uses, coloca en las bandejas o rejas papel de aluminio o papel para el horno.
  • Cuando los alimentos estén cocinados, saca completamente la bandeja (con cuidado de no quemarte). Así tendrás mayor estabilidad y evitarás salpicaduras o que se desparramen salsas o condimentos.
  • Y el más importante, como ya te hemos dicho, limpia el horno después de cada uso.

¿Nos compartes tus métodos de limpieza del horno?

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