CÓMO AFRONTAR LA LIMPIEZA DE PRIMAVERA
Ya estamos en una nueva estación, la primavera. Y cada cambio de temporada, hay que llevar a cabo una puesta a punto del hogar, en este caso, la limpieza de primavera.
Esta limpieza de primavera es sinónimo de renovación, de cambio al entrar en una nueva estación.
Con tareas de limpieza y mantenimiento diarios, esta limpieza de primavera sólo será una cuestión de pequeñas tareas. Por ejemplo, se hace hincapié en mantener el hogar libre de polvo y ácaros.
Si no sueles realizar tareas de limpieza diarias, esta limpieza de primavera puede suponerte un esfuerzo así que, en primer lugar, te compartimos unas recomendaciones antes de empezar a limpiar.
ANTES DE COMENZAR LA LIMPIEZA DE PRIMAVERA
Estos consejos te ayudarán a ahorrar tiempo y trabajo en tu limpieza de primavera:
- Planifica. El primer consejo es planear las tareas, el orden de éstas y cuántos días vas a necesitar. No limpies toda la casa en un solo día, es inviable.
Puedes organizar la limpieza así: habitaciones, zonas comunes y rincones. Empieza la limpieza por las zonas más descuidadas: armarios, estanterías, etc. Deja para el final los espacios que limpias más habitualmente. Un consejo: limpia de arriba abajo para no ensuciar lo que ya has limpiado.
Con las tareas y el tiempo distribuidos, habrás organizado el trabajo y la limpieza será más sencilla. - Productos de limpieza. Dispón cerca los que vas a necesitar, para no tener que buscarlos mientras estás limpiando cada espacio. Siempre que puedas, usa productos naturales como: vinagre, bicarbonato, sal y limón. Si vas a emplear productos químicos para la suciedad más incrustada, intenta que sean ecológicos. Para usar estos productos, sigue las instrucciones del fabricante y no los mezcles. También prepara los utensilios de limpieza que vas a utilizar: escoba, fregona, cepillos, paños, esponjas, guantes, bolsas de plástico, etc.
- Reparte las labores de limpieza entre todos los inquilinos. Si en tu casa sois varios residentes, divide la limpieza por partes y asigna tareas a cada miembro.
- Ventila. Si abres las ventanas de los extremos de la vivienda, se creará una corriente de aire que circulara por toda la casa. Ventilando se renovará el aire y se secarán humedades.
- Inspecciona qué tienes en casa. Antes o durante la limpieza, puedes deshacerte de lo que ya no utilices. Tienes dos opciones: donarlo/ regalarlo o tirarlo si está en mal estado.
LIMPIA TU HOGAR POR ESTANCIAS
Realiza la limpieza primaveral por estancias, repasando y retirando las cosas que no utilizas. Un consejo en general: intenta no recargar las habitaciones, ya que con menos cosas menos hay que limpiar.
SALÓN
El salón es un espacio polivalente y por ello es importante mantenerlo ordenado y despejado.
- Como te acabamos de recomendar, no acumules más cosas de las necesarias, no recargues con elementos decorativos.
- Sustituye los tejidos de invierno (como las fundas del sofá) por otros más ligeros y frescos (en algodón o lino) y en tonos claros. Lava estos textiles de invierno y guárdalos en bolsas para tejidos para que transpiren. Cuando hayas quitado las fundas, pasa el aspirador (con su cabezal especial para tapicerías) por los sofás. Dale importancia a los reposabrazos y a la parte trasera del sofá. ¿Tu sofá es desmontable? Desármalo para aspirar el armazón. No olvides limpiar la base con un trapo húmedo.
Si has descubierto una mancha seca, elimínala con amoníaco, espuma seca o un producto especial. Recuerda que es más sencillo acabar con las manchas nada más producirse.
Haz los mismos pasos en sillones, sillas y cojines. Es decir, aspira, lava las fundas y los rellenos de los cojines. - En el mando de la televisión se acumulan gran cantidad de bacterias. Frota un algodón húmedo de alcohol en el mando para eliminarlas.
- Limpia el polvo de muebles, lámparas y estanterías con un paño húmedo. En las estanterías, implementa la regla 60, 30, 10. Esta norma dice que el 60% de la librería deben ser libros. El 30% ha de estar vacío y el 10% restante puede ser decoración.
- Si tienes un armario con copas o vitrinas, es el momento de limpiarlo. Saca las copas y el resto de menaje y lávalos. Mientras están fuera, quita el polvo a los estantes. Una vez secas, colócalos de nuevo.
- Con un plumero, limpia los cuadros y seguidamente pasa el aspirador por todos los recovecos.
- El último paso es fregar los suelos con un producto específico, dependiendo del material.
HABITACIONES
El dormitorio es un lugar de descanso. Para potenciar tu relax, esta estancia debe estar bien organizada y debe ser fácil de limpiar.
- El cabecero de la cama es un acumulador de polvo que pasa desapercibido. Los de madera o metal puedes limpiarlos con el plumero. Aprovecha esta limpieza de primavera para pulirlos con un producto adecuado. Si los cabeceros son tapizados, aspíralos. Quita las manchas con un paño ligeramente humedecido con un poco de amoníaco disuelto en agua.
- Cambia las sábanas una vez a la semana. Tira aquellas que estén desgastadas. Las fundas de las almohadas deben lavarse una vez al mes.
- Cada 3 meses dale la vuelta al colchón. Cuando toque cambiar las sábanas, antes de poner las limpias, deja aireando el colchón durante media hora.
Haz una limpieza profunda del colchón cada seis meses. Para hacerla, espolvorea bicarbonato por todo el colchón, deja que actúe un par de horas y aspira bien. Mete los almohadones en la lavadora, con programas diferentes dependiendo de si son de plumón o si son sintéticos. Si es posible, lávalos un día soleado para que se sequen al aire, se apelmazarán menos.
Por último, te recomendamos lavar mensualmente la funda del colchón (lo ideal es tener dos fundas). - Antes de guardar los edredones, revisa si tienen alguna mancha. Si es así, aparta el relleno aislando la zona con una goma; lava la mancha a mano y cuando seque el edredón, quita la goma para que el relleno vuelva a su sitio.
Después de eliminar la mancha, mete los edredones y las mantas en la lavadora. Si hay tejidos que no puedes lavar, límpialos en seco o llévalos a la tintorería.
Para ahorrar espacio en el armario, enrolla las colchas, nórdicos y mantas sacándoles bien el aire antes de meterlos en bolsas. Intenta que dichas bolsas sean de tela transpirable. - Es hora de lavar y guardar la ropa de invierno. Si es posible, guárdala en bolsas transpirables. Ve sacando la ropa de primavera y verano.
Cuando estés ordenando la ropa, tira las prendas que no estén en buenas condiciones. Las que estén semi nuevas puedes donarlas o venderlas.
Aprovecha el cambio de armario para limpiar su interior. Si son de madera o lacados, bastara con pasar un paño ligeramente humedecido con jabón neutro, aclara y secarlos bien. ¿Quieres que tu armario y ropa huelan bien? Coloca unos saquitos con lavanda en el armario. La lavanda también alejará a los insectos. - También es el momento de descolgar y lavar cortinas y otros textiles mencionados. Reemplázalos por tejidos más ligeros y frescos.
- Para terminar, barre y friega todo el suelo.
COCINA
Para que te sea más sencillo cocinar, organiza tu cocina de manera funcional. Para ello, comienza con la puesta a punto de la cocina para la primavera:
- Muebles de la cocina. Primero de todo, empieza por ordenar y limpiar los armarios de la cocina. Retira todo lo que haya dentro y pasa primero un plumero y luego una esponja con detergente. Limpia el exterior con lavavajillas o amoníaco diluidos en agua. También puedes usar un poco de vinagre o desengrasante. Para acabar, aclara y seca con un paño suave para evitar las marcas. Cuando el exterior esté totalmente seco puedes aplicar un producto que dé brillo.
Cuando esté el interior de los armarios esté despejado, aprovecha y deshazte de todo aquello que ya no quieras o esté caducado. Dispón los alimentos más antiguos delante para consumirlos primero. Es importante que tu despensa esté limpia y ordenada, ya que hay comida en ella. - Textiles de la cocina. ¿Están muy deteriorados? Retíralos. Si tienen manchas secas, mételos en agua caliente con amoniaco durante unas horas. Después, lávalos a 30 ºC. Si siguen sucios, añade lejía específica para prendas de color a la lavadora.
- Azulejos. La grasa de la cocina hace que pierdan brillo. Límpialos con desengrasante, agua y un poco de jabón. No emplees demasiado jabón o los dejarás opacos. Para conseguir acabados sin marcas y brillantes, aplica limpiacristales o un producto especial.
- Cocina y encimeras. Despeja las encimeras, tu cocina se verá más ordenada y limpia. Deshazte de las cosas que no necesitas ni utilizas.
Al guardar las cosas de la cocina en el lugar correspondiente, es más fácil mantener el orden y la limpieza. Para ello, usa cestas multiusos para almacenar las latas, botes y paquetes. Tendrás todos los ingredientes y utensilios ordenados. Puedes utilizarlas para las encimeras y para el interior de los armarios. - La ventilación, los respiraderos y las campanas extractoras de la cocina acumulan mucha suciedad y grasa. Desmóntalos y límpialos con un producto que no sea agresivo con el metal.
- Nevera y congelador. Par su puesta a punto, el primer paso es desconectar la nevera. Saca todos los alimentos y desmonta baldas, estanterías y cajones. Limpia estos componentes de la nevera en el fregadero con agua y jabón y déjalos secar.
Una vez esté la nevera vacía, limpia su interior con un poco de agua y bicarbonato. Esta mezcla ayuda a acabar con los malos olores de la nevera. También te aconsejamos usar otros limpiadores naturales como el vinagre o el limón. Usando estos limpiadores caseros, evitarás que tu frigorífico huela a limpiador químico. Para el exterior de la nevera, emplea una mezcla de vinagre y agua para eliminar los restos de grasa de la cocina. Puedes limpiar con agua y vinagre las juntas de la puerta. Si hay moho, elimínalo con un poco de lejía diluida con agua.
Antes de volver a llenar la nevera, comprueba la caducidad y el estado de los alimentos.
No olvides retirar la nevera de la pared para limpiar por detrás. Además de quitar el polvo de la rejilla y de la parte superior.
Puedes aprovechar también para organizar el espacio de la nevera. Te recomendamos colocar los alimentos en función de la temperatura que necesitan. Como en el caso de armarios y encimeras, también puedes usar en tu frigorífico bandejas de almacenaje.
Aplica estos consejos también para el congelador. - Horno. Aplica desengrasante y vinagre para debilitar la grasa del horno y de la campana extractora. Termina la limpieza con un estropajo.
- Limpia el fregadero de la cocina con un estropajo, anti cal y un abrillantador.
También dales un agua a todos los utensilios de cocina, ordénalos y desecha los que ya no uses. - Acaba con la limpieza de primavera de la cocina barriendo y fregando el suelo con desinfectante y productos especiales.
BAÑO
Para que sea más fácil el mantenimiento y limpieza diaria del baño, evita acumular elementos.
- Empieza con el aire acondicionado del baño, revisándolo y cambiando los filtros.
- Elimina las marcas de agua de los azulejos con agua caliente jabonosa, un paño de microfibra y unas gotas de aceite esencial de árbol de té. También puedes aplicar un producto especial.
- Seguidamente, es el turno de los muebles del baño, el espejo y la ventana.
Saca todos los trastos del interior de los muebles y tira lo que no quieras o esté caducado. Limpia tanto el interior como el exterior y mete ordenadamente los productos que te quedes.
Para limpiar el espejo, frota un paño seco contra la superficie para eliminar las partículas de suciedad. Después, echa un poco de vinagre sobre una hoja de periódico arrugada, nunca directamente en la superficie del espejo, y pásala por el espejo. Para acabar, arruga otra hoja de periódico seca y recorre la superficie para quitar la humedad.
Si tu baño dispone de ventana, elimina el polvo con un cepillo y luego límpiala mediante un paño con agua y jabón. - Toca limpiar la ducha, el lavamanos y retrete. Métete en el interior de la ducha y desde ahí límpiala a fondo con un cepillo pequeño, agua y lejía. Añade antical para dar brillo a las mamparas. Deja secar toda la superficie y usa otro cepillo pequeño para quitar los restos. Para limpiar el váter y el lavamanos, usa un estropajo con el producto de limpieza correspondiente.
- Mete las toallas actuales en la lavadora y cuelga toallas frescas. Puedes poner toallas blancas o de colores alegres. Coloca detalles aromáticos para darle un aire primaveral al baño.
- Por último, barre y friega el suelo.
Además, te compartimos estos 4 elementos que no deberías dejar en el baño:
- Cosméticos. Los vapores del calor y la humedad dañan a los cosméticos y cremas. Un truco para mejorar el efecto de algunas cremas es conservarlas en el frigorífico. Aprovecha la limpieza de primavera para revisarlos y tirar los que no uses o estén caducados.
- Perfumes. El ambiente húmedo del baño puede afectar a las fragancias y hacer que se estropeen. El mejor lugar para guardarlos es en el armario y en su caja original, alejados de la luz y el calor.
- Medicamentos. Pueden perder efectividad a causa de la humedad. Además de preservarlos en un lugar seco, guárdalos en su embalaje original para saber cuál es cuál y poder consultar la fecha de caducidad.
- Joyas o bisutería. La humedad del baño puede hacer que se oxiden. Mejor guárdalas en tu habitación, dentro de bolsitas de algodón o en una caja de madera. Guardadas así también estarán protegidas de la luz y del polvo.
ZONAS COMUNES
LÁMPARAS Y BOMBILLAS
Estos elementos son frágiles, así que utiliza un plumero para limpiarlos. Si tienen manchas, pásales cuidadosamente una esponja o un paño húmedo.
¿Tus lámparas tienen cristales colgantes? Te compartimos un truco: ponte unos guantes de algodón, humedece tus dedos en limpiacristales (o en un poco de amoníaco diluido en agua) y pasa los dedos por los cristales uno por uno. Con esta táctica evitarás goterones.
Durante esta limpieza, también te aconsejamos limpiar en profundidad las pantallas de las lámparas, sobre todo si son de tela, de fibras naturales o con piezas de cristal.
ENCHUFES E INTERRUPTORES
Estos son dos elementos que solemos olvidar limpiar aunque los usamos a diario. Para ponerlos a punto, antes de nada, desconecta la luz. Limpia los enchufes e interruptores con un paño ligeramente húmedo. Si quedan restos de suciedad, elimínalos con un algodón humedecido en un poco de alcohol. Para los rincones y las zonas más estrechas puedes ayudarte de un bastoncillo o disco facial.
Para hacer una limpieza completa, retira el embellecedor con un destornillador y limpia bien el interior de los bordes también con algodón y alcohol.
PLANTAS
La primavera es la época de las plantas. Éstas tienen doble función: decorativa y humedecen el ambiente. Algunas variedades incluso lo purifican.
Para dejarlas listas, limpia el polvo acumulado sobre las hojas con un paño suave humedecido en leche. También poda las hojas que estén secas y abona las plantas para que florezcan.
MUEBLES ALEJADOS DEL SOL
¿Por qué? Porque la luz del sol y la atmósfera seca desgastan los muebles de madera. Si les da el sol directo, desplaza ligeramente los muebles para sacarlos de su alcance. Igualmente, para fortalecerlos, aplícales una cera o un pulimento específico para madera.
CORTINAS
Si tienes otras cortinas más ligeras de algodón o de lino, cambia las actuales. Antes de guardar éstas, lávalas con un programa de centrifugado suave. Cuando estén secas, guárdalas (preferiblemente en papel de seda). Si tus cortinas actuales ya son finas, dales un lavado con un programa antiarrugas y cuélgalas ligeramente húmedas para no tener que plancharlas.
PUERTAS
Con ayuda de un paño de microfibra, agua y un poquito de lavavajillas, limpia las puertas. También puedes limpiarlas con un producto especial para madera y sacarles brillo con un paño suave.
Si las puertas tienen relieves (cuarterones o marcos), llega a ellos con un cepillo de dientes. Aclara con agua y seca con un paño que no desprenda pelusas. Para comprobar que no quedan marcas, observa la puerta a contraluz. No te olvides de limpiar el rodapié.
¿Tus puertas están lacadas? Emplea jabón neutro diluido en agua.
VENTANAS Y CRISTALES
Puedes fabricar un limpiacristales casero con vinagre y agua para limpiarlos. Vierte un poco de la mezcla en un paño que no raye las superficies de cristal. Otra alternativa es mezclar un poco de lavavajillas y unas gotas de amoníaco con agua. Para secar los cristales, hazlo siempre con papel de periódico o un paño de algodón. Repasa también las persianas y los marcos de las ventanas.
RINCONES Y ZÓCALOS
Para alcanzar los rincones más difíciles, usa el aspirador. Si éste no llega, utiliza un cepillo pequeño para expulsar el polvo de los rincones para seguidamente aspirarlo. En el caso de los zócalos, primero aspira el polvo y luego acaba la limpieza pasando un paño humedecido en jabón neutro. Sécalos bien y, si son de madera, aplícales un poco de cera.
TECHOS
Te compartimos dos opciones: puedes emplear el accesorio para tapicerías del aspirador o un cepillo de mango largo cubierto con un paño limpio (truco casero). ¿Tienes ventiladores de techo? Aprovecha la limpieza de primavera para limpiar sus aspas, pronto los pondrás en marcha y no querrás que el polvo acumulado en las aspas se extienda por toda tu casa.
PAREDES
Para su puesta a punto, comienza repasando los rincones y esquinas de los techos, marcos de puertas y ventanas con el plumero. También pasa un paño sobre los cuadros colgados en las paredes. Si tus paredes son de pintura plástica/lavable, pasa un paño humedecido con jabón neutro o un poco de lavavajillas (ambos diluidos en agua).
Antes de limpiar las paredes, prepara la cantidad necesaria para toda la superficie porque si paras a la mitad, puedes hacer una marca difícil de eliminar. Empieza por la parte de abajo y sigue hacia arriba. Si con la limpieza no sirve, puedes pintar las paredes más desgastadas.
SUELOS DE MADERA
Pasa habitualmente una mopa y elimina las manchas de los suelos de madera con un paño húmedo. Si los suelos están impermeabilizados puedes limpiarlos con una fregona ligeramente humedecida, bien escurrida. ¿Han aparecido rayas en tu suelo? Acaba con ellas frotando con un estropajo de acero y aplicando betún marrón mezclado con cera para igualar el color de la madera.
ALFOMBRAS
Igual que en el caso de las cortinas, cambia las alfombras cálidas por otras más frescas, de fibras vegetales. O recoge las gruesas y no coloques ninguna. Antes de guardar las actuales alfombras, lávalas espolvoreando bicarbonato en la superficie y dejándolo actuar durante 15 minutos. A continuación, pásales el aspirador y guárdalas enrolladas para evitar que se deformen. Antes de enrollarlas, confirma que están bien secas para que se conserven en perfectas condiciones.
Si no remplazas las alfombras, en esta limpieza de primavera aprovecha para eliminar las marcas creadas por el peso de los muebles. Levanta el pelo de las alfombras y evita que se noten las marcas con un cubito de hielo. Pon uno en cada marca y deja que se derrita. Espera a que se sequen y finalmente pasa a fondo el aspirador.
PEQUEÑOS ARREGLOS
Ya que te has puesto, además de limpiar es un buen momento para el mantenimiento del hogar: apretar aquellos tornillos flojos, cambiar las bombillas fundidas, engrasar las puertas que chirrían…
El truco para evitar grandes limpiezas es distribuir las tareas a lo largo del año. Aunque en esta limpieza de primavera también puedes aprovechar para poner a punto estancias que usamos mayormente en el buen tiempo, como las terrazas y jardines.
Si sigues la planificación y aplicas los consejos que te hemos proporcionado, harás una limpieza primaveral fácil y rápida.
Y si no te apetece llevar a cabo esta limpieza de primavera ponte en contacto con nosotros y dejaremos tu hogar impecable.
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