Con el fin de las fiestas navideñas llega el momento de limpiar y guardar los adornos para que el año que viene luzcan igual de bonitos.
Árbol de Navidad
Cuando quites todos los adornos del árbol desmóntalo (si tiene varias piezas), dale la vuelta y sacude suavemente para que caigan los restos de espumillón o purpurina. Aprovecha y pasa suavemente un plumero o un trapo con agua y jabón muy escurrido.
Un truco muy útil para guardarlo: envuelve con una bolsa y sujeta el plástico con cuerda o precinto. La mejor opción es utilizar una caja de cartón para que no se enganchen las ramas.
Adornos navideños
Si no hay purpurina utiliza bayetas humedecidas para espumillones y otros adornos, Comprueba que están completamente secos antes de guardar.
Si hay purpurina u otros materiales que puedan desprenderse, como nieves artificiales, musgos, etc. la mejor opción es utilizar plumeros y guardarlos también en cajas, para evitar roturas y daños.
Guirnaldas de luces
Los objetos eléctricos no se llevan bien con la humedad. Para quitar el polvo lo mejor es que pases una bayeta de microfibra con un poco de producto para limpiar muebles o cristales.
El belén
Para las figuritas, casas, animales… utiliza una bayeta humedecida con agua y jabón, ¡ojo! Sólo si son de plástico, escayola pintada resina o similar. Si son de madera o cartón, evita la humedad.
Con estos consejos y un poco de paciencia seguro que el año que viene los adornos están en perfecto estado de revista.
¡Ah, una recomendación extra! Aunque un aspirador es un gran aliado para limpiar la purpurina, si se resiste utiliza un rodillo quitapelusas o plastilina.
Si necesitas ayuda para empezar el año con una limpieza más profunda contacta con nosotros por teléfono 913274354 o por correo electrónico soldene@soldene.es.
En otras entradas hemos demostrado la importancia del reciclaje en la limpieza. En esta ocasión, es el turno de enseñarte limpiadores ecológicos.
Hoy en día cada vez más personas emplean limpiadores naturales, ecológicos y sostenibles. Estos productos de limpieza son cuidadosos con la salud del ser humano y el medioambiente.
El principio de la limpieza ecológica es utilizar la mínima cantidad posible de ingredientes, evitando sobre todo los más agresivos. Desde sectores como el nuestro, el de la limpieza y desinfección, vamos implantando la limpieza ECO FRIENDLY, respetuosa con el medio ambiente. Esta limpieza sostenible (Green Cleaning) también va apareciendo en otros sectores como hostelería y restauración.
¿Y cuáles son productos de limpieza ecológicos? Uno de los primeros fue el jabón. Éste, a lo largo de la historia, ha servido para garantizar la higiene individual y también la limpieza de los hogares, junto a otros productos naturales como el vinagre o el limón.
En esta entrada te compartimos otros limpiadores ecológicos y los beneficios de limpiar con estos productos sostenibles.
DESVENTAJAS DE USAR PRODUCTOS NO SOSTENIBLES
En primer lugar, hablaremos de los inconvenientes del uso de productos de limpieza no sostenibles:
Gran parte de estos químicos no son biodegradables, es decir, al llegar a mares y ríos no se disuelven. Dejan residuos y contaminan el medio ambiente, produciendo daños irreversibles en la flora y la fauna.
Componentes químicos dañinos para la salud. Varios de estos productos están fabricados con ingredientes tóxicos que pueden provocar cambios hormonales, alergias o dermatitis, por ejemplo.
Algunos de estos componentes químicos perjudiciales son: el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA), no biodegradable; los fosfatos que producen la multiplicación de microalgas; y los ftalatos, que están relacionados con alergias y alteraciones hormonales.
VENTAJAS DE USAR PRODUCTOS DE LIMPIEZA ECOLÓGICOS
Los productos ecológicos, como te hemos dicho, apuestan por utilizar ingredientes naturales y reducir al máximo sus composiciones. Además, quieren reducir el acaparamiento de productos, ya que no es necesario disponer de un limpiador específico para el horno, otro para suelo , otro para el baño, etc.
Las ventajas más importantes de los productos de limpieza ecológicos son: la eliminación de elementos nocivos para la salud y la reducción del impacto medioambiental.
Los productos ecológicos cuentan con certificados de sostenibilidad, como Ecocert o Ecolabel. La etiqueta europea Ecolabel garantiza que el producto cumple los requisitos de calidad ambiental.
Para que un limpiador tenga certificado ecológico, debe cumplir estas tres características:
No crea residuos. Entonces, no aparecen impurezas ni se ensucian otros elementos. De esta forma los espacios duran limpios más tiempo.
No contiene químicos. Así no perjudica los materiales a limpiar y no afecta a la salud de personas, mascotas o plantas. Sin los químicos huele bien de forma natural.
Necesita menos cantidad de agua. Así se dificulta la reproducción y permanencia de bacterias o ácaros. También ahorrarás agua.
Otros notables beneficios son:
No contaminan ni deterioran la calidad del aire.
Compuestos por menos sustancias tóxicas. Por ejemplo, no contienen ingredientes cancerígenos, mutágenos o teratógenos.
Son respetuosos con el bienestar animal. Es decir, no están testados en animales ni utilizan sustancias de origen animal.
Se fabrican mediante procesos eficientes de bajo impacto ambiental. Uno de los beneficios es que minimizan el consumo de agua para su actuación o efecto.
Gracias a su uso se genera menor cantidad de envases ya que sus recipientes son reutilizables, reciclables o biodegradables. Otros se fabrican a partir de materias primas de fuentes renovables.
No son caros. Parte de estos productos ecológicos se encuentran en formato concentrado, que regulan la dilución óptima del producto (ahorro de producto) según necesidad y nivel de suciedad. Además, los tienes en cualquier supermercado por menos de 5 euros.
Empleándolos, reduces el uso de productos. Como te hemos dicho, no precisas de 20 productos diferentes para limpiar tu casa. Con un par de limpiadores y fabricando soluciones entre ellos es suficiente.
Son muy efectivos: ofrecen un gran poder desengrasante, de desincrustación y de limpieza de las superficies adecuadas.
LIMPIADORES ECOLÓGICOS BÁSICOS
Antes de ponerte con cualquier limpieza, recuerda ponerte guantes para proteger tus manos y leer la etiqueta de los envases de los productos que vayas a usar. Y ya puedes empezar a limpiar de manera ecológica.
Estos limpiadores básicos pueden ser soluciones de toda la vida, tales como:
Éstos serían los productos que normalmente tenemos por casa y que pueden usarse para limpiar. Otros productos igualmente necesarios que deberías adquirir son:
Cápsulas multiusos que se disuelven en agua (y evitan comprar limpiadores en envases de plástico).
Jabones sólidos para lavar la vajilla.
Aceites esenciales para aromatizar.
Químicos de limpieza ecológicos. Las enzimas son el componente principal de este tipo de productos: desengrasantes, desatascadores, fregasuelos o limpiadores generales.
Además de estos productos, deben ser sostenibles los utensilios para limpiar:
Utensilios de papel y celulosa ecológica. Está fabricados de forma ecológica y biodegradable: papel secamanos, papel higiénico, servilletas, etc.
Útiles de limpieza ecológicos. Son elementos que al descomponerse no dejan residuos dañinos para el medioambiente: bolsas de basura, estropajos vegetales hechos con luffa (planta) o de cobre, bayetas compostables, fregonas o cubiertos desechables.
Productos con sistema Eco-Friendly. Este sistema consiste en un difusor en spray al que solo es necesario comprar una bolsa de recambio, por lo que no se desecha la botella completa. Con este mecanismo, disminuyes el gasto y residuo de plástico.
RECOMENDACIONES EN LA LIMPIEZA ECOLÓGICA
A continuación, te compartimos estas recomendaciones para utilizar los productos ecológicos más eficientemente:
Fabrica tus productos caseros. Antes de nada, lee la etiqueta de cada uno para saber qué no hay que hacer. Por ejemplo, ésta te indica que productos no son seguros combinar. Por el contrario, algunas buenas mezclas son: vinagre, bicarbonato de sodio o limón; todos con agua. Si quieres que la solución desprenda buen olor, añade unas gotas de aceite esencial.
Continuando con el punto anterior, no mezcles productos que puedan generar gases tóxicos. Algunos de éstos son:
Vinagre y agua oxigenada.
Vinagre y lejía.
Alcohol etílico y lejía.
Amoníaco y lejía.
Blanqueadores y soluciones ácidas.
Para evitar dañar algunas superficies, realiza una prueba con los limpiadores en una zona poco visible. Así cuidarás las superficies más delicadas como: telas, papel tapiz, paredes o alfombras.
Además de mirar los componentes en la etiqueta para saber qué no hacer, esta acción también sirve para elegir formatos concentrados que estén en envases hechos a base de plástico reciclado.
Finalmente, te enseñamos unos consejos sobre la limpieza sostenible, tanto si vas a emplear productos ecológicos como si no.
CONSEJOS PARA UNA LIMPIEZA SOSTENIBLE
Calentar agua en microondas. ¿Para qué? Ahorra energía y agua aclarando bayetas de microfibra, paños o esponjas en agua limpia previamente calentada en el microondas. Bastará con un minuto y medio o dos minutos a temperatura alta. Antes de usar el producto de limpieza, deja que se enfríe. Aplicando este consejo evitarás poner la lavadora de continuo.
Siguiendo con la disminución del uso de la lavadora (y de detergentes), aclara después de cada uso tus bayetas y paños sucios.
Intenta tener mínimo un par de cada producto/utensilio de limpieza. Por ejemplo, teniendo dos bayetas. Una estará siempre limpia, previniendo así infecciones y un desgaste rápido.
Evita el desperdicio de productos de limpieza usando dosificadores. Al emplear la cantidad exacta también evitas depositar más residuos en el medio ambiente.
Como has comprobado durante esta entrada, el proceso de limpieza debe ser sostenible pero también debes utilizar productos de limpieza ecológicos que no dañen el medio ambiente y no generen residuos perjudiciales para la salud.
Grupo Soldene, como profesionales dentro del sector de la limpieza, estamos concienciados con la reducción de recursos, impacto medioambiental y la sostenibilidad dentro de nuestros servicios de limpieza.
Contamos con la norma ISO 14001, certificada por CSQ, de protección del medio ambiente, que regula la gestión de los riesgos medioambientales que puedan darse en el desarrollo de nuestra actividad.
También tenemos el Registro de la Huella de Carbono. Con este registro, nos comprometemos un año más a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Estamos autorizados a usar el sello que refleja este esfuerzo (CALCULO). Esta renovación del Registro de la Huella de Carbono es un paso más hacia la sostenibilidad.
Además, aplicamos una política integrada de calidad, medio ambiente, seguridad y salud en el trabajo.
Y tú, ¿ya utilizas productos de limpieza ecológicos en tu empresa y hogar?
CONTACTO
Contacta con GRUPO SOLDENE a través de nuestro número de teléfono 913 274 354 o nuestro e-mail soldene@soldene.es.
Te informamos sin compromiso de nuestros servicios de limpieza y mantenimiento en toda España. O puedes informarte mediante la web.
Poco a poco van disminuyendo las temperaturas y acercándose el invierno. Con la llegada de esta estación, cambiamos la ropa de cama por una más abrigada, como el edredón, mantas y sábanas de felpa.
En el caso del nórdico, antes de colocarlo en la cama, es recomendable lavarlo al estar guardado todo este tiempo. Para lavarlo tienes varias opciones. Una de ellas es dejarlo en manos de profesionales del servicio de lavandería o tintorería. Y otras dos alternativas son las que te contamos a continuación, el lavado del edredón en la lavadora o a mano.
PUESTA A PUNTO DEL EDREDÓN
CADA CUÁNTO LAVARLO
Antes de lavarlo, tendrás que saber la frecuencia de lavado del edredón. Te la contamos en este apartado.
Para conservar tu edredón durante mucho tiempo en perfectas condiciones, deberás cuidarlo adecuadamente y lavarlo un par de veces al año.
Te recomendamos lavar el edredón y la colcha antes y después del invierno, ya que suelen acumular bacterias, ácaros y fluidos corporales. Lo ideal es hacerlo cuando vayas a guardarlo y cambies la ropa de cama por otra más ligera y justo al ir a colocarlo en la cama durante la época invernal.
Aunque la frecuencia de lavado puede ser mayor. Dependerá del uso que le des y de si el nórdico dispone de funda o no:
Generalmente, si el edredón cuenta con funda protectora, intenta lavarlo dos veces al año, las que te acabamos de mencionar.
Si se trata de una colcha, te aconsejamos lavarla más asiduamente, cada dos o tres meses.
Si usas el edredón sin funda, se ensuciará más a menudo. Entonces tendrás que lavarlo más de dos veces: por ejemplo, cada vez que veas manchas o cuando notes que su blanco se está volviendo amarillento.
Finalmente, te compartimos este consejo: lava el edredón una vez cuando empiece a hacer calor y otra vez cuando todavía no haga mucho frío, para dejarlo secar al aire libre.
PASOS ANTES DE LAVARLO
Antes de limpiarlo, sigue estos pasos:
Revisa que no haya ningún agujero por el que pueda salirse el relleno. Si tiene agujeros, cóselos tú mismo/a o llévalo a un local de costura antes de lavarlo.
Echa un vistazo a la etiqueta de lavado. En ella hay símbolos con las directrices de mantenimiento. Con esta etiqueta sabrás todas las características del edredón (composición y relleno) y las instrucciones para lavarlo.
No metas el nórdico a presión en la lavadora (ni posteriormente en la secadora). Debe quedar espacio, que el tambor no esté lleno por completo. Te lo aclaramos en el siguiente párrafo.
Para lavarlo, deberás tener una lavadora grande, en la que al meter el edredón quede una cierta holgura. Es probable que solo quepa en lavadoras con una carga superior a 8 kg. Si tu lavadora no es muy grande y tienes que comprimir mucho el nórdico para meterlo dentro, te aconsejamos que lo lleves a una tintorería o autoservicio de lavado.
CÓMO LAVAR UN EDREDÓN EN LA LAVADORA
Ten en cuenta estas dos indicaciones antes de meterlo en la lavadora:
Primeramente, lee bien la etiqueta de tu nórdico. En ésta aparece la temperatura de lavado. La mayoría de los fabricantes aconsejan el lavado de hasta 60 °C de temperatura, ya que esas altas temperaturas acaban con los ácaros y otros bichos que pueda tener tu edredón. Si la etiqueta no señala la temperatura, mejor lava el nórdico con agua fría para no dañarlo.
El mejor detergente que puedes utilizar en tu edredón es uno suave, y sin lejía. Tampoco añadas suavizante. A la hora de programar el lavado, escoge siempre el específico para prendas delicadas, o un centrifugado suave.
Pasamos al lavado según el tipo de edredón:
Edredón relleno de fibras sintéticas. Introdúcelo en la lavadora y añade solamente detergente para prendas delicadas. Selecciona un programa corto, a 60º y a bajas revoluciones para que el relleno no se apelmace. Para saber cómo secarlo, lee el siguiente apartado.
Edredón de plumas naturales. Éste requiere de unos cuidados más especiales que proporcionan las tintorerías. Si no puedes llevarlo a una, sigue estas recomendaciones: Pon el nórdico en la lavadora y elige un programa para prendas delicadas, añade detergente para ropa delicada y selecciona la temperatura indicada por el fabricante. Los pasos para secarlo te los contamos en un apartado posterior. Para acabar, te facilitamos este truco: mete un par de pelotas de tenis limpias en la lavadora para evitar que las plumas se amontonen. Además, con esta táctica, las plumas se redistribuirán uniformemente.
CÓMO LAVAR EL NÓRDICO A MANO
Una alternativa a meter el edredón en la lavadora es el lavado a mano en la bañera (si dispones de una).
Aunque este tipo de lavado a mano tiene algunos inconvenientes, como el derroche de agua. Es probable también que no consigas la eliminación completa de algunas manchas, además de ser un método pesado y cansado. Así que, si puedes, evítalo. Te lo recomendamos mayormente para eliminar alguna mancha concreta, y otra opción es la limpieza en seco.
Igualmente, te compartimos cómo hacer el lavado a mano:
El primer paso es comprobar que la bañera esté limpia. Si lo está, ya puedes llenarla con agua templada.
En segundo lugar, ve añadiendo lentamente y en poca cantidad un detergente suave en el interior de la bañera. Cuidadosamente, sumerge el edredón y presiónalo para que no aparezcan burbujas en el textil. Menea el edredón varias veces para que el detergente limpie toda la prenda.
Cuando lleves un rato en el proceso, quita el tapón de la bañera para retirar el agua. Y escurre con tus manos el nórdico haciendo presión contra la base de la bañera.
Finalmente, para quitar los restos del detergente, vuelve a llenar la bañera con el edredón dentro y vacíala. Escurre de nuevo y repite hasta que el agua salga transparente.
SECADO DEL EDREDÓN
Una vez limpio, sácalo de la lavadora (o de la bañera). Seguramente notes el edredón más apelmazado y con menos volumen. No pasa nada, cuando esté completamente seco, volverá a la normalidad. Es el momento de secarlo:
Lo ideal es secar el edredón al aire libre, mejor aún si es en el exterior de tu hogar. Es recomendable colgarlo en una superficie lisa, ancha y limpia, como un tendedero completamente vacío. De esta manera se seca antes, estando menos tiempo húmedo y evitando la aparición de moho. Y aunque parezca una contradicción, no lo tiendas en las horas de más sol, ya que éste daña los textiles.
Si no dispones de hueco para tender o tienes prisa, otra opción es usar la secadora. Para cuidar el tejido, como en el caso de la lavadora, la secadora ha de ser suficientemente grande. Y ponla a temperatura media. Repite el truco de las dos pelotas de tenis o mete unas zapatillas de lona blanca (sin cordones).
Supervisa el proceso del secado, tanto si es al aire libre como en la secadora. Ve moviendo el edredón y sacudiéndolo para favorecer el reparto homogéneo del relleno.
Y cuando esté completamente seco, ya podrás colocarlo en tu cama o guardarlo. Si vas a guardarlo, mételo en bolsas o fundas de plástico. También mantenlo en un lugar seco, para prevenir la aparición de moho o malos olores.
CUIDA TU NÓRDICO
Para acabar la entrada, te compartimos algunas pautas para el cuidado de tu edredón y que así te dure el máximo tiempo posible:
Ponle una funda nórdica. Esta funda la podrás lavar habitualmente y el edredón no. Con la funda, el relleno se mantendrá limpio más tiempo y se deteriorará menos con los lavados.
Ventila el edredón. Antes de hacer la cama, diariamente, deja que el edredón se airee bien para que no acumule la humedad de nuestro cuerpo durante la noche. Ventilándolo también eliminarás malos olores y conseguirás una sensación de frescor.
Sacúdelo bien. Todos los días, al hacer la cama, zarandea el edredón para que las plumas se ahuequen y se separen las unas de las otras. Así el edredón lucirá más mullido y con volumen.
Guárdalo en una funda de plástico. Como te hemos mencionado, con la funda lo protegerás de manchas de humedad, ácaros y polvo.
¿Con qué método lavas tú el edredón?
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Aunque limpiar las mamparas del baño no es una tarea doméstica muy compleja, hay que saber hacerla bien para conseguir el mejor resultado.
Las mamparas suelen tener suciedad incrustada de restos de cal y jabón. La aparición de cal es casi inevitable y esta cal cambia según la dureza del agua de la zona en la que vivas.
Además de la cal y el jabón, pueden surgir bacterias y moho, ya que crecen en ambientes húmedos. Éstos pueden ser peligrosos para nuestra salud.
Para prevenir la suciedad acumulada y cuidar tu salud, deberás mantener la limpieza de tu mampara. Si no sabes cómo hacerlo, te lo explicamos en esta entrada del blog.
¿Por qué se ensucian tanto?
Como habrás comprobado, las mamparas del baño se ensucian constantemente.
Algunas de las causas por las que se manchan son: su uso diario e intensivo, los restos de jabones y geles, etc. También, porque, en determinados lugares, la dureza del agua hace que aparezcan manchas de cal. Además, al estar en contacto permanente con agua y humedad, puede surgir moho, como te hemos comentado.
Si sigues los consejos y trucos que te mostramos en siguientes apartados, lograrás mantener una mampara limpia y brillante.
¿Cada cuánto debe limpiarse la mampara?
Cuando hayas limpiado a fondo tu mampara, para mantenerla limpia deberás repasarla dos veces a la semana. Así impides la aparición de suciedad y manchas de cal. Este mantenimiento de la limpieza suele recomendarse para mamparas de cristal. Las acrílicas disimulan mejor la suciedad así que podrás espaciar su cuidado.
Sea cual sea su material, diariamente, después del baño o la ducha, pasa la rasqueta de goma por su superficie para quitar las gotas de agua y los restos de jabón.
Y todos los días también abre la ventana del baño (si tienes, sino la puerta) durante unos minutos para que se airee la habitación y evitar la humedad.
El material de las mamparas
Es importante saber de qué material son tus mamparas, para conocer cuál es la mejor forma de limpiarlas y cuidarlas.
Uno de los materiales más usados en las mamparas de ducha o bañera es el cristal o vidrio templado. Hoy en día casi todas llevan aplicado un tratamiento antical (del cual te hablaremos en el siguiente apartado). Si no tienen este tratamiento, se apreciarán más las gotas, jabón y cal tras la ducha o baño. Así que si tu mampara no lleva incorporado este antical, te recomendamos que se lo pongas. Otro beneficio es que la mampara será más fácil de limpiar después. Para ello, puedes usar jabón neutro y agua.
Seguidamente, te hablamos de las mamparas acrílicas, fabricadas a partir de plásticos específicos. Una ventaja de éstas es que disimulan mejor las manchas, pero, por el contrario, la suciedad estará más adherida a la hora de limpiarla. Para su mantenimiento, repásalas con una mezcla de agua y amoniaco o jabón neutro y agua, aclarando y secando al final. Si le das importancia a la estética, otro contra es que estas mamparas son menos bonitas que las anteriores.
Para terminar este apartado, te contamos sobre las mamparas de baño de plástico. Si tienes de este material, límpiala semanalmente con una mezcla de amoniaco, alcohol y agua. Con un pulverizador, reparte el producto por toda la superficie. Después pasa un paño limpio y húmedo. Un consejo: antes de limpiar ponte guantes y mascarilla para evitar posibles reacciones.
Mamparas con tratamiento antimanchas y antical
Como te hemos comentado, la mayoría de las mamparas modernas llevan integrado este tratamiento. Se trata de un acabado repelente al agua que hace que las gotas resbalen y no dejen marcas en la superficie. Este tratamiento también ayuda a que no se acumulen tanto los restos de cal. Conseguirás que la mampara esté transparente más tiempo. Para ver grandes resultados, verifica que este acabado antimanchas y antical sea de calidad.
Y si tu mampara de baño no incluye este tratamiento, puedes comprar uno tú e incorporarlo. Es sencillo, te indicamos los pasos:
Antes de aplicarlo, comprueba que los cristales de la mampara están perfectamente limpios y secos.
Con ayuda de un trapo, añade el producto extendiéndolo por toda la superficie.
Consulta las instrucciones del fabricante sobre el tiempo de actuación. Una vez pasado el tiempo indicado, seca la superficie con otro trapo. Para que el tratamiento haga efecto, no podrás ducharte/bañarte en unas 12 horas. Estos tratamientos suelen durar unos 5 años. Pasado este tiempo, aplícalo de nuevo.
Utensilios de limpieza
Para la limpieza de las mamparas solamente necesitarás un utensilio especial, la mencionada rasqueta de goma limpiacristales. Y para secarlas y abrillantarlas, te aconsejamos emplear paños y bayetas de microfibra. No uses estropajos abrasivos, pueden rayar la superficie. Incluso la parte más dura de una esponja puede deteriorar la mampara.
Productos de limpieza
Tienes dos alternativas.
La primera es usar los productos de limpieza del mercado. Aunque tienes que tener cuidado: algunos están fabricados con componentes químicos agresivos que pueden dañar las hojas de la mampara, las gomas, los remates de silicona o el plato de ducha. Si empleas estos líquidos, acláralos correctamente antes de ducharte o bañarte. Así evitarás que te provoquen algún tipo de reacción en la piel.
La otra alternativa, que es más sostenible y saludable para ti, es elaborar tus propios productos antical. Te enseñamos dos productos caseros en el siguiente apartado.
Dos trucos para limpiar las mamparas
Como te acabamos de compartir, en el mercado hay productos específicos para limpiar las mamparas del baño. Pero para fomentar la sostenibilidad, en estas líneas te compartimos dos remedios caseros que funcionan.
El primer truco casero es mezclar agua y vinagre blanco. Con él, acabarás con las manchas de cal y jabón. Empapa una esponja con esta solución. Frota con la esponja la superficie de la mampara con movimientos circulares y, finalmente, enjuaga con agua limpia.
El siguiente producto para eliminar la cal es la combinación de vinagre blanco y bicarbonato. Aplica la mezcla sobre el vidrio y déjala actuar entre 10 y 15 minutos. Después, pasa un paño humedecido con agua y acaba secando con otro paño.
Un truco para que la mampara brille más: Cuando esté limpia, pásale un paño humedecido con zumo de limón.
Manchas de cal difíciles
¿Has probado los trucos anteriores y siguen estando las manchas? No te preocupes, te contamos la solución para estas manchas resistentes. Mezcla vinagre con dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Aplica la pasta sobre la superficie y déjala durante 20 minutos. Finamente, aclara y seca. Las manchas habrán desaparecido.
Este truco también puedes aplicarlo en los rieles de las mamparas correderas.
La estructura del perfil superior y del perfil inferior de la mampara
Otras dos partes de la mampara que hay que limpiar son el perfil superior (si lo tiene) y el perfil inferior. Tampoco hay que dejar de lado los carriles de las puertas correderas (en caso de que lo sean).
A veces, al no tenerlo a la vista, se descuida el perfil superior. Es lo primero que se limpia en las mamparas, ya que al estar en la parte de arriba, al enjuagarlo ensuciarás las partes inferiores.
¿Tienes vaporeta? Limpiarás más fácilmente y sin emplear químicos. Y si no dispones de ella, hazte con una brocha o un cepillo de dientes viejo para llegar a los rincones más inaccesibles. Elige una brocha suave, que no dañe el perfil.
Es el turno del perfil inferior. Esta es la parte que más suciedad acumula, ya que toda el agua mezclada puede acabar allí. Como para la limpieza del otro perfil, usa una brocha suave o cepillo de dientes para alcanzar los rincones en los que no llega un paño o tus dedos. Al terminar, aclara con abundante agua. Estos perfiles inferiores suelen tener orificios para que el agua no se acumule y acabe en el plato de ducha o en la bañera. Revisa que los orificios no quedan obstruidos.
Cuando acabes de limpiar la mampara y su alrededor, seca todas las partes para que no queden marcas de gotas con un paño de microfibra (que no suelte pelusa).
Juntas o gomas de las hojas
Si no limpias las juntas o gomas de las hojas con frecuencia, puede originarse moho y será más difícil quitarlo. Para su mantenimiento, puedes pasar una bayeta con agua y jabón neutro por la goma.
Y si la suciedad ya está incrustada o se ha formado entre goma y cristal, si es posible, desmonta la mampara para limpiarla en profundidad. Una vez limpia, para eliminar los posibles restos del jabón neutro de limpieza, aclara con agua tibia las hojas de la mampara y las gomas. Para acabar, seca bien y recoloca las gomas y la mampara.
Te aconsejamos que lleves a cabo esta limpieza profunda de manera anual.
¿Ya conocías todos estos consejos para limpiar las mamparas de tu baño? ¿Cuáles aplicabas?
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Con la llegada del buen tiempo, hay más ganas de estar fuera de casa, incluyendo los espacios exteriores del hogar, como balcón yterraza. Aunque antes de disfrutar de ambos, habrá que limpiarlos y ordenarlos.
Durante el resto del año, al tratarse de zonas externas poco utilizadas, estas áreas de la casa están más descuidadas. Acumulan polvo y suciedad por las inclemencias del tiempo (como lluvia, viento, nieve) y además, por visitas de aves como palomas e insectos como arañas.
Pero no te preocupes, con organización tendrás tu balcón y terraza listos para ser usados. En esta entrada te compartimos unos pasos y recomendaciones que te ayudarán en su puesta a punto.
¿Qué necesitas para la limpieza las terrazas y balcones?
Antes de empezar a limpiar tu balcón o terraza, te aconsejamos que tengas preparados estos productos y utensilios:
Recipientes.
Trapos, paños y plumeros.
Escoba y recogedor. También una escoba o cepillo de sorgo.
Cepillo textil y cepillo de cerdas duras.
Si tu terraza es grande y con baldosas de piedra, puedes emplear una hidrolimpiadora.
Productos para favorecer una limpieza ecológica: jabón de Marsella, vinagre blanco , bicarbonato de sodio, limón, aceite de oliva, sal.
Si estas dos zonas están muy sucias, quizás necesites emplear productos específicos, por ejemplo para los suelos.
Con todo listo, ya puedes comenzar con los pasos y zonas para limpiar el balcón y la terraza.
Cómo limpiar las barandillas del balcón y terraza
Te aconsejamos que empieces esta puesta a punto por las barandillas, así evitarás pisar el suelo después de limpiarlo. Esta limpieza de barandillas depende del material con el que están fabricadas. Normalmente las barandillas son de: hierro forjado, hormigón, aluminio, mármol o vidrio.
Independientemente de su material, siempre el primer paso es usar una escoba para cepillar las barandillas, de esta manera quitas el polvo y las posibles telarañas.
Seguidamente, te explicamos cómo limpiar las barandillas según su material:
Barandillas de hierro forjado
Actualmente, el hierro forjado es el material más común para fabricar barandillas.
Primeramente, cepíllalas con la escoba o cepillo de sorgo. Seguidamente, limpia las barandillas con una solución de agua, limón y vinagre blanco. Déjalas secar al sol. Para acabar, empapa un paño con aceite de oliva y pásalo por toda la barandilla. El aceite sirve para dar brillo y que no se oxiden.
¿Y si tu barandilla ya está oxidada? Sigue este truco para quitar el óxido. Antes de limpiar la barandilla, deberás quitar la oxidación. Emplea un cepillo de cerdas duras mojado en una mezcla de 4 cucharadas de sal y medio limón. Frota hasta eliminar el óxido y ya puedes limpiar como te acabamos de contar.
Barandillas de hormigón
Estas barandillas son menos habituales ahora mismo, pero se siguen encontrando en algunas casas más antiguas.
Si tu casa es una de ellas, puedes limpiar las barandillas de hormigón con estas dos opciones: bicarbonato de sodio o amoniaco (ambos mezclados con mucha agua). Frota esta mezcla con un cepillo de cerdas duras hasta que queden limpias.
Barandillas de mármol
Para limpiar las barandillas de mármol, ralla un poco de jabón de Marsella y deja que se disuelva en un cubo con agua caliente. Pasa un trapo con la mezcla por las barandillas para quitar manchas e incrustaciones. Finalmente, sécalas con otro paño seco. Y si quieres pulirlas, puedes usar una pasta natural.
Barandillas de cristal
Limpia estas barandillas con los mismos productos que usas cuando limpias los cristales de tu casa. Llena un recipiente con agua caliente y vinagre blanco. Seguidamente, moja un paño que no raye el cristal en esta mezcla y limpia las barandillas de cristal con él.
Barandillas de aluminio
Las barandillas de aluminio están sustituyendo progresivamente a las de hierro forjado. Esto se debe a que el aluminio es más barato y ligero, y también más sencillo de limpiar.
El primer paso para limpiar las barandillas de aluminio es mezclar agua con jabón de Marsella disuelto. Pasa un paño humedecido con esta mezcla por toda la barandilla y deja que se seque al sol. Si deseas que el aluminio brille, emplea un producto específico.
Limpieza de ventanas y cristales
Con la llegada del verano, la lluvia y las inclemencias del tiempo cesan unos meses (exceptuando las tormentas de verano). Es un buen momento para quitar los cristales de las ventanas y limpiarlos a fondo.
Tienes varias opciones: usar una solución de agua y vinagre o un producto específico. Emplea papel de periódico o un paño que no raye. Cuando estén limpios, seca los cristales inmediatamente para evitar manchas.
Estas dos alternativas de limpieza sirven tanto para tu balcón acristalado como para las puertas de cristal y las ventanas que den a la terraza. Y si las citadas ventanas disponen de persianas, puedes limpiarlas de esta forma.
Limpiar las rejas
Es el turno de las rejas. Para que no tengas que repetir el trabajo, te aconsejamos que las limpies cuando tengas los cristales limpios pero aun sin colocar.
El primer paso es quitar la suciedad más visible pasando un paño mojado con agua por toda la superficie de la reja. Para las manchas y la suciedad, frota con el cepillo de cerdas duras mojado en un poco de detergente y agua. Finalmente quita los restos de espuma del detergente con agua.
Cómo limpiar los muebles de exterior
Después de limpiar las rejas, el siguiente paso es la limpieza profunda de los muebles de exterior.
Vigila estos muebles (especialmente mesas y sillas), ya que pueden deteriorarse por el mal tiempo. Si tienes espacio, en los meses que no los uses, guárdalos en un armario o bajo techo.
Los muebles exteriores de plástico son muy fáciles de limpiar: con pasar un paño con jabón neutro y agua (si quieres un poco de vinagre también) es suficiente. Te detallamos cómo limpiar los muebles de hierro y de madera.
Muebles de hierro:
Los muebles de hierro son muy resistentes, pero pueden oxidarse por la humedad. Para eliminar el óxido, frota las partes dañadas con un cepillo mojado en una solución de 3 partes de sal fina y una parte de zumo de limón. Deja en reposo esta mezcla durante media hora y retira los restos con una esponja. Si la pintura de los muebles está deteriorada, puedes darle un repaso.
Muebles de madera:
¿Quieres que tus mesas y sillas de madera parezcan nuevas? Crea una solución con un litro de agua y dos cucharadas de jabón líquido de Marsella. Moja un cepillo o paño en la mezcla y pásalo por todos los muebles. Retira los restos y deja secar los muebles al aire libre.
Para dejar los muebles de madera relucientes, puedes abrillantarlos con un producto especial o con aceite de linaza.
Limpiar las sombrillas o parasoles
Si tu terraza o balcón son grandes, seguramente dispongas de alguna sombrilla o parasol.
Para limpiarlos, primero quítales el polvo y la suciedad con el mencionado cepillo textil. A continuación, para completar la limpieza a fondo, usa una esponja y una mezcla de agua tibia y sal gruesa. Humedece la esponja en la solución y pásala varias veces por todo el textil del parasol o sombrilla, con especial atención a las manchas. Acaba de limpiar enjuagando las superficies con abundante agua y listo.
Lámparas de exterior e interruptores
Para iluminar las noches de primavera y verano, seguramente tengas pequeñas lámparas en tu balcón o terraza.
Al estar en zonas exteriores, estas lámparas suelen acumular grandes cantidades de polvo y suciedad. Recuerda limpiarlas siempre cuando estén apagadas y frías. Para ello, con cuidado, pasa un trapo humedecido solo con agua. Si queda algún resto de suciedad incrustada, retírala un paño con agua y limón.
Para dejar listos los interruptores, la mejor opción es frotarlos con un algodón impregnado en alcohol.
Limpiar el suelo del balcón y la terraza
Con el resto de espacios ya limpios, toca el último paso, la limpieza del suelo de terrazas y balcones. Como en los casos de muebles y barandillas, cada material del suelo necesita un tipo de limpieza y productos.
Aunque estos dos pasos son comunes a todos los suelos:
El primer paso es barrer el suelo con una escoba para quitar restos de tierra, hojas secas y polvo.
Otro de los pasos es pasar un cepillo de cerdas blandas mojado en agua caliente y jabón o detergente poco abrasivo. Si el tipo de suelo lo permite (lo sabrás a continuación), puedes utilizar una vaporeta.
Pasemos a la limpieza a fondo según el tipo de material del suelo:
Suelos de terracota
La terracota o barro cocido es el material más común para suelos de balcones y terrazas. Están en forma de baldosas.
Los suelos de terracota son sencillos de limpiar, ya que la suciedad y el polvo se quitan fácilmente barriendo. Si estos suelos tienen manchas, quítalas con una mezcla de agua y vinagre blanco. El vinagre también te aportará brillo. Otro método para limpiar los suelos de barro cocido y terracota es usar agua y un poco de lejía.
Si la terracota o barro están fabricados en forma de ladrillo, te recomendamos que limpies los suelos frotando con alguna escoba o cepillo mojado en agua y detergente.
Suelos de gres o pizarra
Otros materiales muy comunes en los suelos de balcones son el gres y la pizarra. Éstos son bastantes propensos a ensuciarse.
Para limpiarlos, en primer lugar, vierte un vaso de jabón de Marsella, un vaso de bicarbonato y dos de vinagre blanco en un cubo con agua caliente. Cepilla bien el suelo con esta solución, y enjuaga con agua. Termina dejando secar el suelo al aire.
Suelos con baldosas de piedra
Estos suelos, por su forma, son bastante difíciles de limpiar.
Para su puesta a punto, te aconsejamos usar una vaporeta o hidrolimpiadora. Si no tienes, una alternativa para acabar con la suciedad incrustada es frotar fuertemente con agua y una escoba de exterior.
Suelos de cemento
Los suelos de cemento son fáciles de limpiar, ya que no suelen tener muchas manchas. Déjalos listos empleando una mezcla de vinagre y agua junto con detergente.
Suelos de hormigón
El hormigón surge de la mezcla del cemento con agua y otros componentes, por lo tanto, aunque se parezcan, los suelos de cemento y los suelos de hormigón no son lo mismo.
Los suelos de hormigón suelen estar en las casas más antiguas. Para dejarlos limpios, mezcla una taza de amoniaco en 2 litros de agua. Con ayuda del cepillo de cerdas suaves, frota por la superficie, haciendo hincapié en las manchas más difíciles. Para acabar la limpieza del suelo, enjuágalo bien.
Aleja a insectos y aves
Como te hemos mencionado ya, a veces habrá hormigas en tu balcón o terraza. Un truco para evitarlas son las fragancias fuertes: ten un par de plantas de eucalipto o recipientes con aceites esenciales. Otras soluciones para eliminar a las hormigas son el limón, el detergente o la miel.
Si quieres ahuyentar a otro tipo de insectos (como arañas o abejas) y aves, lee esta entrada de nuestro blog.
Y si quieres que tu terraza y balcón estén siempre listos…
Al acabar esta puesta a punto será más fácil mantener todo limpio y ordenado durante más tiempo. Para mantener la limpieza, semanalmente dedica unos minutos a estos espacios: barre con la escoba exclusiva del balcón/terraza, pasa un paño por barandillas y persianas, etc.
Sigue estos sencillos pasos parar mantener tus espacios exteriores perfectos. Y si necesitas ayuda con la limpieza doméstica, somos tu empresa.
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A tan solo unos días del cambio de estación y con la llegada del calor, seguro que quieres tener tus prendas más frescas a mano. Además, el cambio de armario es una estupenda ocasión para revisar qué prendas de ropa tienes y en qué estado se encuentran.
Es muy común realizar dos grandes cambios de armario al año: uno con la llegada del verano y otro a principios del otoño. Si aún no lo has hecho, es el momento, ya estamos casi en verano.
Como tienes que sacar todas las prendas para organizarlas por temporada, es la oportunidad ideal para limpiar profundamente el armario.
En este nuevo post te aconsejaremos sobre la limpieza de armarios, especialmente durante el cambio de armario.
LIMPIEZA DE ARMARIO
Aunque esta entrada es sobre la puesta a punto de los armarios durante el cambio de armario (dos veces al año), desde Grupo Soldene te recomendamos que limpies tus armarios a fondo una vez al mes o cada dos.
Igualmente, en cualquiera de las mencionadas limpiezas, el primer paso es vaciar completamente el armario. Para que te sea más fácil (sobre todo el cambio de armario), un truco es despejar la cama y limpiar el suelo y poner toda la ropa extendida sobre éstos.
Una vez tengas el armario libre, pasa el aspirador para quitar el polvo y las posibles pelusas. Seguidamente, limpia a fondo los estantes y los cajones con un paño húmedo y unas gotas de jabón neutro. Retira los posibles restos de jabón con otro paño húmedo y finalmente, seca.
Limpia las puertas, tanto por dentro como por fuera, con un paño. Si tienes las puertas correderas, pasa un aspirador con boquilla estrecha para eliminar el polvo. Y si no tienes aspirador, un truco es desplazar la suciedad con una brocha o plumero de microfibra para poder barrerla.
Aunque el vinagre se utilice en muchas tareas de limpieza, en esta ocasión no, ya que el vinagre puede dañar los barnices y lacas de la madera.
Con los armarios limpios y secos, ya puedes volver a colocar la ropa. Si la organizas en grupos pequeños será más fácil sacarla la próxima vez y también encontrarás más rápido las prendas que buscas.
EVITA LAS HUMEDADES EN TUS ARMARIOS
Si quieres evitar la aparición de humedades, hongos o carcoma en tu armario, sigue este consejo. Una vez a la semana abre los armarios para que se ventilen durante 10 minutos.
Además, cuando vayas a limpiar los armarios, comprueba que el paño no esté muy húmedo, para que no se queden mojadas las esquinas, uniones y juntas. Si se quedan húmedas, el aglomerado podría abombarse, dañando tu armario.
Para absorber las posibles humedades del interior del armario puedes usar un producto específico. Un truco casero es meter dentro del armario un recipiente con sal gorda, arroz o carbón vegetal.
La última recomendación es que guardes siempre la ropa completamente seca, ya que si la guardas algo húmeda puede favorecer la aparición de hongos y malos olores.
ARMARIOS LIMPIOS Y SIN PELUSAS
Armario de madera. La madera es un material natural, así que es mejor limpiar estos armarios con productos que no la deterioren, como jabón neutro. Como ya te hemos explicado, al finalizar la limpieza, seca bien para que la humedad no afecte a la madera. También puedes aplicar a tus armarios un producto específico para madera, la nutrirá y evitará que se reseque.
Armario de melanina. Mantén limpios estos armarios pasando un paño humedecido en algún líquido jabonoso poco agresivo. Y si quieres impedir que la melanina pierda brillo o color, emplea limpiacristales o antigrasa. Pero no uses sobre los armarios de melanina ceras o aerosoles.
Armarios con puertas lacadas o pintadas. Límpialos con una bayeta o un paño ligeramente humedecido en agua y jabón neutro. Evita el uso de estropajos en estas superficies, ya que las rayan. Y para recuperar el color blanco de tu laca blanca, pasa por encima un paño humedecido en agua oxigenada.
¿Tus armarios tiene puertas de espejo? Lo ideal es que la limpies a diario, ya que al abrir y cerrar el armario se quedan las huellas marcadas. Emplea un producto específico para cristales y un paño que no deje pelusas. O papel de periódico arrugado.
Y para impedir que entren más polvo y pelusas, un truco es poner burletes en las puertas.
SIN MALOS OLORES
En este apartado te compartimos unos trucos para que tu armario huela bien:
Compra o fabrica tus propias bolsitas de tela con hierbas secas (romero, lavanda, azahar, etc.) o con infusiones aromáticas.
En el interior del armario, deja abiertos los botes gastados de tu perfume favorito.
Otro truco con bolsitas de tela es meter algodones humedecidos con suavizante.
Siguiendo con las bolsitas, también puedes introducir cítricos (como naranjas, limones o pomelos) y mezclarlos con clavos de olor. Colócalos en el armario cuando estén deshidratados.
Ya que estás metiendo bolsitas en el armario, aprovecha para colgar unos ganchos antipolillas.
CAMBIO DE ARMARIO
Ya tienes los armarios limpios, toca organizar la ropa que has dispuesto sobre el suelo o la cama. Para este cambio de armario, necesitarás mínimo una mañana para hacerlo. Y si vas a lavar la ropa de la temporada pasada antes de guardarla, tardarás un poco más en hacer todo el cambio de armario.
Desde Grupo Soldene te recomendamos que sí laves la ropa que vas a guardar hasta la siguiente temporada. Como te hemos dicho en anteriores apartados, guarda la ropa bien seca y en fundas o cajas. En estas cajas puedes colocar lo que se puede doblar, como camisetas y complementos.
Te contamos cómo hacer el cambio de armario.
GRUPOS DE PRENDAS
Haz tres montones de ropa: uno con lo que te quedas para la próxima temporada, otro con lo que puedas donar/ regalar/ vender y el tercero con las prendas que vas a retirar.
Lo del segundo grupo de prendas que se encuentre en buenas condiciones puedes venderlo en apps de ropa segunda mano.
ORGANIZA Y COLOCA
Antes de colocar las prendas en el armario, comprueba si necesitas comprar más separadores, perchas, cestos, fundas. Si has de comprar algo, podrás empezar a ubicar las prendas y complementos cuando ya lo tengas todo.
Comienza la organización por la ropa. Ésta, al estar guardada durante bastantes meses, se adapta a la forma con la que se almacene.
Para evitar arrugas y pliegues, intenta disponer del máximo de prendas colgadas en las mencionadas perchas (las que suelan dar de sí, como jerséis de punto, no). Cuanto mejor colgada o doblada esté tu ropa, más fácil será localizar la prenda que necesites y se mantendrá en mejor estado. Algunas prendas más delicadas, como abrigos o chaquetas, puedes guardarlas en las citadas fundas.
La ropa que no se arrugue mucho (como camisetas, ropa interior, calcetines) puedes almacenarla en los cajones o cestas.
Pon la ropa de esta temporada en las barras más accesibles, en baldas céntricas del armario y delante de las prendas que ya no vayas a usar. La ropa y accesorios de invierno colócalos en las baldas más altas o bajas y, si puede ser, en cajas o fundas.
Te recomendamos que guardes también en estas baldas superiores lo que sea muy voluminoso, como mantas o edredones. Para ahorrar espacio, un truco es envasarlos al vacío en bolsas especiales.
Si aun así notas que falta espacio de almacenamiento, puedes conseguir una estantería de baldas amplias y cajoneras.
ZAPATOS Y BOLSOS
Tienes varias opciones para organizar los zapatos y bolsos.
Una de las opciones para guardar los zapatos es tenerlos en cajas en una zona de baldas. Y para los de la temporada actual puedes adquirir una estantería abierta o con cristal y exponerlos.
Y para los bolsos, una manera de guardarlos es colgarlos en percheros. También guardarlos en cajones amplios para que no pierdan su forma. Otra alternativa es usar una estantería similar a la de los zapatos y usarla como expositor.
ACCESORIOS
Los accesorios también suelen ser distintos según la época del año, así que te aconsejamos ubicarlos en sitios diferentes y agruparlos por estacionalidad. Para saber qué está en cada lugar, mételos en cajas identificadas de tela. O si tienes uno, guarda los accesorios en un cajón que disponga de separadores para que no se mezclen. Por cierto, antes de guardarlos verifica que estén limpios y sin desperfectos.
También puedes meter en organizadores los cosméticos y maquillaje. Por ejemplo, hay colores de pintalabios que usamos más en verano y bases que se ponen al estar más morenos.
ROPA Y COMPLEMENTOS DURANTE TODO EL AÑO
Seguramente tienes ropa que usas durante todo el año (incluso en el entretiempo), los llamados fondo de armario: una camiseta blanca, una americana negra, etc. Intenta que estas prendas sean en colores neutros.
Muchos complementos también se utilizan gran parte del año, como paraguas o cinturones. Para tenerlos a la vista, dispón de cestos para ellos o colgadores en las puertas.
MÉTODOS DE DISTRIBUCIÓN DE LA ROPA
Te compartimos tres tácticas para ordenar la ropa:
Colores
Este sistema lo utilizan las gurús del orden. Te ayudará a la hora de buscar combinaciones de prendas y te dará paz visual al estar toda la ropa estéticamente ordenada.
Categorías
Esta es la técnica más usada. Es tan sencilla como ordenar la ropa por tipo de prendas: faldas, vestidos, camisas, trajes, etc.
Para conseguir más orden, un truco es fusionar esta técnica y el método anterior, es decir, que cada categoría esté ordenada por colores.
Según uso y actividad
Este último método es el menos conocido.
Para seguirlo, organiza tu ropa por frecuencia de uso, la ropa que uses en el día a día tiene que estar más a mano. Por ejemplo, si usas uniforme. Estas prendas deberían estar en la parte superior de las cajoneras y en el centro del armario.
La ropa que uses más ocasionalmente, como quizás la ropa deportiva o de salir de fiesta, estaría ubicada detrás de tus prendas diarias.
¿Y cómo limpias y ordenas tú tus armarios?
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Aunque nos parezca extraño, no en todos los países cuentan con persianas. El nuestro, España, es uno de los pocos que tienen persianas en Europa.
Una de las causas de la existencia de las persianas es porque en nuestro país hay muchas horas de sol durante el año. Además de repeler la luz, también evitan que entre el calor en verano y el frío en invierno.
Aparte de estas ventajas, existe un inconveniente obvio: tener persianas implica que hay que limpiarlas. Las persianas acumulan más suciedad y se ensucian antes durante el otoño e invierno, como consecuencia de las inclemencias del tiempo. Aunque debemos limpiarlas durante todo el año, te recomendamos darles un repaso a fondo al llegar la temporada de primavera y verano.
Limpiar las persianas enrollables (sobre todo por la parte exterior) es una de las tareas domésticas más fastidiosas. Para facilitar estas labores domésticas, te compartimos unos consejos sobre la puesta a punto de las persianas.
CON QUÉ PRODUCTOS LIMPIAR
Un método sencillo para limpiar las persianas es emplear agua y jabón. Con la vaporeta ahorrarás tiempo. Aprovecha para darle un repaso a las ventanas, ya que vas a limpiar las persianas y puede que ensucies las ventanas en el proceso. Para limpiar las ventanas, te aconsejamos estos dos trucos caseros y fáciles:
Mezclas caseras. Crea un limpiador eficaz mezclando una parte de vinagre blanco con tres de agua caliente. Antes de usarla, remuévela bien. Si quieres que tu casa no huela a vinagre, puedes añadir a la mezcla unas gotitas de limón o lima. Fabrica otra fórmula limpiadora mezclando 2 tazas de agua, media cucharadita de detergente líquido y 3 cucharadas de vinagre blanco. Pon cualquiera de estas dos mezclas en un pulverizador y ya puedes aplicarlas sobre las ventanas.
Filtro de café. No es necesario que uses paños especiales para evitar rayones y manchas, simplemente aprovecha los filtros del café. Un truco para que no aparezcan manchas ni rayas durante el proceso de limpieza es que limpies los cristales realizando movimientos horizontales en el interior y movimientos verticales en el exterior.
CÓMO LIMPIAR DISTINTOS TIPOS DE PERSIANAS
Dependiendo del material con el que están fabricadas las persianas, podrás aplicar en su limpieza unos productos u otros.
PLÁSTICO. En las persianas de plástico, el plástico de las lamas se irá desgastando con el tiempo y la luz del sol. Por ello, se volverán más porosas y penetrará la suciedad más fácilmente. Si son desmontables, la manera más sencilla de limpiarlas es meterlas en la bañera y lavarlas en profundidad con un poco de agua tibia y jabón.
ALUMINIO. La limpieza de las persianas de aluminio es similar a las de plástico. Tienes que estar pendiente para evitar que se oxiden con el paso del tiempo.
TELA. Para limpiar las persianas de tela de forma fácil, desenróllalas y limpia suavemente todas las láminas, con una esponja suave (por ejemplo).
MADERA. El método de limpieza de las persianas de madera dependerá del tipo de madera y del desgaste de las lamas. Si están muy sucias, puedes emplear una mezcla de agua y vinagre. Pero evita cualquier producto químico agresivo con la madera. Al terminar de limpiar las persianas, puedes aplicar una capa de barniz en el exterior, si notas que la necesitan.
DE COLOR BLANCO. Ten en cuenta que las persianas de este color son más costosas de limpiar, ya que se puede ver más fácilmente la suciedad.
Como te hemos mencionado, todas estas clases de persianas se pueden limpiar con ayuda de agua y un poco de jabón neutro. Y para acabar con la suciedad más adherida, utiliza algún producto específico que no sea abrasivo o la citada vaporeta (si tienes).
LIMPIAR LAS PERSIANAS POR DENTRO
Te aconsejamos que para ahorrar tiempo en la limpieza de las persianas, repases su interior cada semana o cada dos. Y, como ya te hemos comentado, puedes llevar a cabo una limpieza a fondo en primavera o inicios del verano.
Hay algunos productos y utensilios que te recomendamos tener a mano cuando vayas a empezar la limpieza de persianas:
En primer lugar cierra las persianas lo máximo posible. Comienza a quitar el polvo que se haya podido quedar incrustado, ayudándote con un cepillo suave. También puedes usar un paño de microfibra o una aspiradora de mano.
Con cualquiera de estos utensilios, ve limpiando cada lámina de manera individual. Empieza por las superiores para que no se desplace la suciedad por la persiana. Para llegar a las a las láminas superiores, sube a una escalera o utiliza un palo extensible. No te dejes las correas sin limpiar.
Con el polvo quitado, ya puedes utilizar algún producto de limpieza o jabón líquido y agua. O, si tienes, emplea la vaporeta. La vaporeta logra buenos resultados y es rápida. Puedes emplearla sobre cristales, estores enrollables, paneles japoneses, persianas venecianas y cortinas. Entre sus otras cualidades, es ecológica y su acción acaba con todos los gérmenes. Con la vaporeta has de repetir los mismos pasos que cuando estabas quitando el polvo a las láminas.
Al terminar de pasar la vaporeta, retira la suciedad restante con un paño y, con otro paño, seca bien para no dejar humedad. Con estos pasos, e interior de tus persianas ya estará completamente limpio.
LIMPIAR LAS PERSIANAS POR FUERA
Como ya te hemos avisado, es mejor limpiar el exterior de las persianas en primavera o verano.
No es lo mismo limpiar la persiana por fuera que por dentro, sobre todo si no tenemos acceso a la persiana por el exterior.
Acceso al exterior
¿Tienes acceso al exterior de las persianas de manera segura? Por ejemplo, una terraza, un balcón, una galería. Si es así, puedes empezar a limpiar.
El primer paso es bajar las persianas hasta que se vean las ranuras entre las lamas. Desde tu acceso, pasa (por su exterior) un cepillo de cerdas blandas de arriba abajo, para que se desprenda toda la suciedad acumulada. A continuación, si puedes, pasa la aspiradora para recoger estos restos.
Seguidamente, como en el apartado anterior, pasa de arriba abajo un paño humedecido con agua y jabón neutro. Puedes ir aclarando el paño o bayeta para ir eliminando bien la suciedad hasta que no haya restos. En lugar del paño puedes usar también la vaporeta. Acaba secando la persiana con otro paño. Si ya has limpiado la parte interior, puedes enrollar la persiana.
Sin acceso al exterior
Si no tienes manera segura de acceder al exterior de las persianas para limpiarlas, te compartimos dos soluciones. La primera es contratar a un profesional.
Otra táctica para su limpieza es abrir el cajón donde se guardan y extraerlas. Es en este espacio donde queda enrollada la persiana cuando la subimos. Este cajón se encuentra en la parte superior e interior de las ventanas.
Una vez sacada la persiana, aspira y limpia el cajón. Después, sigue los pasos explicados en el apartado anterior para limpiar la persiana por fuera. Si vas a emplear esta táctica, no limpies la persiana por dentro antes, sino en este momento, aprovechando que la persiana es manejable. Seca bien las persianas por ambas partes con un trapo seco de algodón. Para comprobar que funcionan bien, vuelve a enrollarlas y desenrollarlas. Si todo está correcto, recoloca la tapa del cajón de la persiana y ya has acabado la limpieza de las persianas.
Te aconsejamos limpiar las persianas de tu hogar a fondo al menos una vez al año.
Para acabar estos consejos, te explicamos las peculiaridades de dos clases de cajones de persianas:
Cajón de madera
En los cajones de madera, la tapa suele está ajustada con tornillos para madera, con cabeza de estrella o plana. Si no los encuentras en el cajón, sí que están, pero estarán tapados por la pintura. Tendrás que rascar un poco para encontrar la cabeza y ya poder meter el desatornillador correspondiente.
Otras tapas, además de ir atornilladas, pueden ir pegadas con alguna clase de adhesivo. Para comprobarlo, con mucho cuidado, pasa una cuchilla o un utensilio que corte por todo el perímetro entre la tapa y el cajón.
Después de estos pasos, cuando quites la tapa, puede que encuentres un aislante de porexpán. Retíralo y ya podrás desenrollar la persiana para limpiar. Cuando finalices el trabajo, recoloca todos los elementos.
Cajones de PVC y Aluminio
Es normal que la tapa de registro vaya clipada a presión en los cajones de PVC y aluminio. ¿Y qué quiere decir clipada? Significa que se abre fácilmente haciendo una ligera presión con las manos hacia fuera.
También puedes encontrar cajones de aluminio en los que la tapa esté atornillada, como en los cajones de madera. Para retirar la tapa, desenrosca los pequeños tornillos y cógela con cuidado.
Pon todo en su sitio al acabar de limpiar.
Y tú, ¿nos compartes tus trucos para limpiar las persianas?
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Una mudanza es una tarea complicada. Si ya es costoso empaquetar las cosas, transportarlas y recolocarlas en tu nuevo hogar, además tendrás que hacer una limpieza profunda de la nueva casa para que todo esté impecable para el inicio de tu nueva etapa.
Tampoco tienes que dejar de lado tu antigua casa. La vivienda anterior también ha de quedar limpia y en condiciones para los siguientes inquilinos. Tendrás que llevar a cabo una limpieza a fondo en estancias que recogen mucha suciedad, como la cocina y el baño. No te olvides de las tapicerías, los colchones, las cortinas u otros elementos que se suelen desatender. Una casa impecable es buena señal para sus nuevos inquilinos, y habla bien de los anteriores.
Seguro que tienes dudas a la hora de limpiar durante una mudanza, así que vamos a compartirte unos consejos sobre la limpieza del nuevo hogar.
¿Cuándo hacer la limpieza en una mudanza?
Tienes dos opciones: limpiar antes o después de trasladar tus cosas. El momento ideal dependerá de ti y de tus necesidades.
Te damos una recomendación a la hora de organizar tus objetos y enseres para trasladarlos. Dispón tus cosas en cajas y etiqueta dichas cajas con la habitación correspondiente en cada caso (por ejemplo, cocina, despacho, aseo). También puedes escribir los objetos que contenga la caja (por ejemplo, libros, toallas).
¿Aún no has decidido cuándo hacer la limpieza? En los siguientes apartados te mostramos las ventajas y desventajas de cada una de las situaciones.
Hacer la limpieza antes de la mudanza (limpieza pre mudanza)
Esta limpieza sucede antes de llevar todas las cosas a la nueva casa.
Es más fácil, ya que las estancias están vacías. Al tener la casa aun vacía, limpiar es más rápido porque puedes acceder cómodamente a todos los rincones. Te aconsejamos hacer una limpieza a fondo de la vivienda antes de llevar muebles y otros enseres. De esta manera, cuando hayas acabado la mudanza, solo tendrás que hacer una limpieza superficial del polvo que haya podido entrar.
Esta limpieza pre mudanza, como el resto, debes hacerla de arriba abajo y de dentro a fuera. Y como en el caso de la limpieza en el anterior hogar, no te olvides de ningún elemento: techos, paredes, ventanas, puertas, manivelas, interruptores, armarios etc.
Además, en muchas ocasiones, antes del traslado se hacen pequeños arreglos (como pintar las paredes) que obligan a dar un repaso de la limpieza.
Cuando hablamos de limpieza, también englobamos el deshacerte de aquellos muebles y objetos que ya no usas y no quieres llevar a la nueva vivienda.
Una vez seleccionados los objetos que sí quieres, límpialos antes de empaquetarlos. Intenta hacer un repaso a la vivienda antes de desembalar. Sino, cuando estén los enseres organizados en sus nuevos sitios, repásalos, ya que habrá algo de polvo al estar las puertas y ventanas abiertas durante la mudanza.
Con los objetos limpios antes de embalarlos, el desempaquetado y la recolocación de éstos serán más ágiles y cómodos. Acuérdate de revisar los muebles por dentro antes de colocar los objetos.
Una gran ventaja de limpiar la casa antes de mudarte es que tardas menos en tener la vivienda habitable y lista para vivir en la nueva casa.
Algunas de las pocas desventajas de esta limpieza pre mudanza son:
Dispondrás de menos tiempo para otras cuestiones de la mudanza al tener que limpiar todo en profundidad.
Igualmente, deberás de dar un repaso final cuando hagas todo el traslado. Te lo contamos más adelante en esta entrada.
Si tienes que trasladarte rápido, hacer antes la limpieza puede retrasarte.
Hacer la limpieza después de la mudanza (limpieza post mudanza)
Esta limpieza ocurre cuando todos tus objetos personales ya están allí, ubicados en sus espacios correspondientes o aun en sus cajas. Si no has podido o querido limpiar antes de la mudanza, ahora es el momento. Otra opción es que te mudes a un piso ya amueblado, por lo que llevarás a cabo esta limpieza con enseres y otros elementos.
Si te organizas bien, la limpieza después de una mudanza no es tan complicada. Céntrate en los baños y la cocina. Te recomendamos empezar a limpiar por ellos, ya que son dos zonas de mucha suciedad. Sigue la puesta a punto por habitaciones y salón.
Una de sus ventajas es que hacer después la limpieza en una mudanza te permite moverte a la nueva casa de forma más rápida. Así que si tienes prisa por trasladarte, esta es la elección para ti. También te recomendamos que si tus objetos van a ensuciarse durante el traslado, límpialos directamente en el nuevo hogar.
Seguramente ya estés agotado por todas implicaciones de la mudanza. Además, esta limpieza post mudanza es un poco más complicada que la anterior, al no estar la casa vacía. Si lo necesitas, puedes contratar un grupo de limpieza que te ayude, como Grupo Soldene.
¿Y cuáles son las desventajas de limpieza post mudanza?:
Como te acabamos de mencionar, realizar esta limpieza doméstica será mucho más incómoda con los muebles y objetos por medio.
Tampoco llegarás completamente a algunas zonas, como detrás de muebles y electrodomésticos.
Tardarás más en tener la casa adecuada para vivir.
Conociendo las ventajas y desventajas de hacer la limpieza en una mudanza antes o después, ya puedes escoger el momento que mejor te convenga.
El repaso final
Después de colocar cada cosa donde corresponda, realiza un repaso final para que todo quede perfecto. Como te hemos advertido, seguramente habrá polvo del vaciado de las cajas y de la instalación de la decoración. Para recoger el polvo, solo tienes que pasar la escoba o aspiradora y la fregona. Finalmente, ubica los textiles (como sábanas), cortinas y alfombras y la decoración que no necesite instalación.
Pasemos ahora los espacios importantes que hay que limpiar en profundidad.
Zonas y elementos claves para limpiar en un traslado
¿Sabes todo lo que hay que limpiar en la mudanza? En el apartado anterior te hemos nombrado algunos elementos. En estos siguientes párrafos te explicamos todos los objetos y estancias que necesitan una limpieza más profunda durante el traslado.
Habitaciones, cocina y baño
Como ya te hemos indicado, es preferible que limpies las habitaciones cuando están completamente vacías, antes de colocar nada. Si los cuartos están amueblados, mueve los muebles y despeja las estancias lo máximo posible para que la limpieza sea más fácil y cómoda.
Antes de ponerte manos a la obra, te aconsejamos que limpies solo una habitación a la vez, es decir, terminar de limpiar una habitación para luego hacer la siguiente.
Mejor empieza a limpiar por los baños , la cocina y las habitaciones principales. Aprovecha que las estancias están vacías o semi vacías para llegar a todos los rincones de difícil acceso.
Las zonas claves de las habitaciones en las que tienes que prestar más atención son:
Suelos: Es una de las zonas que siempre acumula polvo, tanto si la casa es nueva como si ya ha sido habitada. Pasa la escoba o la aspiradora y la fregona para que estén impecables.
Techo: Dependiendo de lo sucio o viejo que esté, puedes pintarlo o solo limpiarlo. Ayúdate de una escalera (con precaución) y limpia el polvo y otras marcas.
Paredes: Como en el caso del techo, puedes limpiarlas o pintarlas. Emplea un paño húmedo.
En muchas mudanzas los techos y paredes están recién pintados, así que solo hará falta limpiarlos de manera superficial.
Muebles y electrodomésticos
La puesta a punto de los muebles y electrodomésticos dependerá de varias circunstancias.
Normalmente, limpiarás este mobiliario antes de la mudanza para que al colocarlos en el nuevo hogar no ensucien lo ya limpiado. Aunque si los muebles y electrodomésticos van a estar almacenados en otro sitio cogiendo polvo, la solución es limpiarlos cuando vayas a ubicarlos. También deberás asegurarte de que en el traslado no se ensucien y se mantengan tan limpios como los dejaste.
Puertas, picaportes e interruptores
Estos 3 son algunos de los elementos que se suelen desatender a la hora de limpiar a fondo tu casa. Así que al llegar a tu nuevo hogar, tampoco debes descuidarlos.
Las puertas, como las mencionadas paredes, acumulan mucho polvo o marcas de su constante uso. Por otra parte están los picaportes e interruptores. Si la vivienda ya ha tenido inquilinos, estos elementos habrán sido tocados a diario y acumularán bacterias, por lo que necesitan una limpieza y una desinfección intensas.
Objetos decorativos
Puede que esta sea el paso más complejo de tu mudanza. Con los años, seguro que has acumulado muchos objetos, algunos con valor sentimental. Como te hemos recomendado en párrafos anteriores, la mudanza es la ocasión perfecta para deshacerte de cosas que ya no necesites.
Empaqueta limpias tus cosas para evitar que ensucien las estancias cuando las recoloques o puedes ir limpiándolas cuando las estés desembalando. Escoge la alternativa que más te convenga.
En este post has comprobado que son bastantes pasos a tener en cuenta a la hora de hacer la limpieza durante una mudanza. Seguro que no te habías percatado de muchos de ellos.
Si no llegas a todo, puedes contar con tus amigos y familiares o con los servicios de una empresa como la nuestra. Con la limpieza realizada por profesionales, ahorras tiempo y esfuerzo, además de conseguir grandes resultados. En Grupo Soldene adaptamos nuestros servicios a cada cliente y circunstancia. Nos encargamos de limpieza a fondo de cada detalle, incluso de parte externa de tu vivienda como cristales, fachada, jardines o garajes. Si necesitas ayuda con estas limpiezas, contacta con nosotros.
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Con la llegada de la primavera y el buen tiempo, dejamos de encender la calefacción y la chimenea hasta la siguiente temporada. Por ello, es el mejor momento para dar una limpieza profunda a los sistemas de calefacción.
¿Tienes chimenea en tu vivienda o en tu casa del pueblo? Esta entrada te interesa, ya que te vamos a explicar cómo deshollinar la chimenea antes de no volver a encenderla hasta el invierno que viene.
Deshollinado de la chimenea
Para asegurar su funcionamiento y que esté siempre en buen estado, es necesario limpiar la chimenea. Esta limpieza profunda se lleva a cabo una vez al año, al terminar la temporada de uso. Es fundamental que no dejes sin limpiar (de un año a otro) el conducto de evacuación de humos. La finalidad de la limpieza de la chimenea es conseguir soltar, de este conducto y de las paredes, todo el hollín acumulado con su utilización.
Además de esta limpieza exhaustiva, como seguramente uses la chimenea a diario durante el invierno, te aconsejamos hacer una limpieza de mantenimiento semanalmente. Si quitas el hollín todas las semanas, impedirás la aparición de la creosota, una sustancia altamente combustible y que, además, puede dificultar el correcto rendimiento de la chimenea.
A la hora de eliminar el hollín de la chimenea, puedes escoger entre dos métodos: la limpieza mecánica y la limpieza química. A continuación, te explicamos ambas.
Limpieza mecánica
En esta limpieza, para deshollinar las chimeneas, se emplean unos cepillos llamados erizos. Estos erizos tienen una guía semi flexible que abarca toda la longitud de la chimenea. También hay erizos eléctricos, más comúnmente usados por los profesionales.
Además de estos cepillos especiales, para la limpieza mecánica de chimeneas, necesitarás: recogedores, paños de limpieza, bolsas de basura y plásticos o papel de periódico para cubrir el suelo.
Si no quieres que tu ropa se ensucie demasiado, te aconsejamos el uso de guantes de goma y un delantal. Y para que no te entre hollín en los ojos, ponte unas gafas protectoras. También puedes llevar una mascarilla durante la limpieza, si tienes alergia al polvo o a los ácaros. Con la mascarilla evitarás inhalar ceniza.
Una vez explicada la limpieza mecánica, te compartimos los pasos para limpiar una chimenea de forma mecánica, la limpieza profunda:
Antes de empezar, confirma que la chimenea está apagada y fría.
Dispón alrededor de la chimenea una tela gruesa, papel o plásticos. Con esta protección ensuciarás mínimamente la zona más cercana a la chimenea, como los muebles y el suelo. Si colocas la tela, podrás reutilizarla una vez lavada.
Ponte los guantes, el delantal y la mascarilla (si la necesitas). Coloca cerca todos los útiles y productos que vayas a necesitar. Aparta toda la leña que esté a medio quemar y ubícala en un sitio donde no estorbe para seguir limpiando. Un consejo: intenta usar leña seca, produce menos humo en la combustión. Seguidamente, con la ayuda del cepillo o una escoba, barre todas las cenizas y déjalas en el recogedor.
Con el interior del tubo dentro de la chimenea localizado, ya puedes ir introduciendo poco a poco el cepillo deshollinador para que se desprenda el hollín acumulado. Este cepillo no dañará los ladrillos refractarios. Mientras vas extendiendo el mango, frota el cepillo por el interior para que caiga el hollín. Hazlo cuidadosamente, para evitar que se suelten los tubos del conducto. Si notas menos resistencia interior, es que ya habrás desprendido gran parte del hollín. Con este cepillo, también se desprenden las resinas y la creosota. Para acabar este paso, saca con cuidado el cepillo.
¿Cómo recoger las cenizas y el hollín? Usa la aspiradora que empleas para el polvo en todos los rincones y juntas. Si la chimenea tiene tiro, revisa que no tenga restos y que abre y cierra bien. Si no es así, aspíralo también.
El siguiente paso es limpiar a fondo las paredes, el techo y la base de la chimenea con el cepillo. Aplica en ellos un producto especial para limpieza de chimeneas. Para conseguir los mejores resultados, sigue las instrucciones del fabricante. En lugar de usar este producto, puedes crear una solución casera. Fabrica una pasta con vinagre diluido en agua o bicarbonato con tu lavavajillas. Administra el producto y déjalo reposar de 15 a 30 minutos. Acaba retirándolo con un paño humedecido en agua caliente.
Finaliza la limpieza mecánica secando la chimenea con papel de periódico. Si tiene puerta, usa hojas arrugadas de periódico para desprender los restos de hollín y deja la puerta abierta hasta que la chimenea se seque por completo.
Para su mantenimiento, puedes hacer limpiezas químicas, que te contamos en el siguiente apartado.
Limpieza con métodos químicos
En esta limpieza química se emplean productos, como bolsas limpiadoras de chimeneas y leños deshollinadores, para deshollinar chimeneas que eliminan la creosota. Estos productos especiales provocan una reacción química que disuelve los residuos sólidos, tales como la mencionada creosota. Esta limpieza con métodos químicos es perfecta para el mantenimiento regular durante la temporada de uso de la chimenea.
Te compartimos los pasos para llevar a cabo la limpieza química:
Al revés que en la limpieza mecánica, en esta limpieza química la chimenea sí tiene que estar encendida.
El primer paso en la limpieza es prender la chimenea y dejar que se caliente durante media hora, más o menos. La finalidad de este paso es que el interior del tubo esté bien caliente para que los productos suelten el hollín más fácilmente.
Cuando pasen los 30 minutos, añade al fuego un leño deshollinador o una bolsa (con sus envoltorios correspondientes) y déjalos arder íntegramente. Mientras se van consumiendo, la chimenea se estará limpiando. Para seguir correctamente este paso, sigue las instrucciones del fabricante. Dependiendo del uso de la chimenea, usarás una cantidad u otra de estos productos deshollinadores: – Uso frecuente. Si enciendes la chimenea 4 o más días a la semana, emplea tres bolsas para la limpieza semanal y un leño deshollinador de 3 a 5 veces al año. -Uso ocasional. Emplea una bolsa a la semana para la limpieza de mantenimiento. Una vez al año, cuando termine la temporada de frío, usa un leño para realizar una limpieza a fondo.
El último paso es retirar los restos y las cenizas. Hazlo cuando la chimenea esté fría. Si aún no la notas limpia del todo, repite todos los pasos cuando pasen 24 horas.
Enciende correctamente la chimenea para ayudar a su mantenimiento
Una manera de que la chimenea funcione mejor y garantizando tu seguridad es realizando tareas de prevención y mantenimiento. Así se crean menos residuos sólidos en el interior del tubo.
Prende la chimenea de la manera correcta empleando astillaso pastillas de encendido (las que produzcan menos alquitranes). Te recomendamos evitar encender la chimenea con papel.
Usa siempre el combustible apropiado para cada chimenea. Una chimenea de pellets solo debe prender con pellets; y una de bioalcohol, con bioalcohol.
Las chimeneas de leña también tienen prioridades. Te aconsejamos no utilizar leña húmeda, ya que esta leña liberará menos calor en tu hogar y además generará residuos condensados. Mejor elige leñas duras y poco resinosas, como la de encina o la de roble. Las leñas blandas, como el pino, contienen mucha resina. La resina, al quemarse, se deposita en el tubo en forma de creosota. Para evitar la aparición de la creosota, tampoco uses maderas pintadas, barnizadas ni procedentes de restos de muebles.
2 trucos para limpiar la chimenea
Para facilitarte la limpieza de mantenimiento semanal de tu chimenea, te compartimos dos trucos caseros.
El primer truco lo necesitarás para quitar las manchas persistentes de los ladrillos. En primer lugar, moja el cepillo deshollinador de chimeneas en una mezcla de medio litro de agua y dos cucharadas de vinagre. Después, frota durante unos minutos los ladrillos con el cepillo húmedo. Las manchas negras se irán eliminando. Otra alternativa es usar bicarbonato de sodio. Crea una pasta con una cucharada de bicarbonato y un poco de agua. Espárcela sobre las manchas y déjala actuar unos minutos. Acaba retirando la mezcla con la ayuda de un paño húmedo.
El segundo truco te ayudará si tu chimenea es de cassette. Con el mismo producto que usas para limpiar el horno conseguirás un cristal perfecto. Solo tienes que dejar actuar el producto durante unos 10 minutos. Seguidamente, retíralo con una esponja ligeramente humedecida. Finaliza secando el cristal para dejarlo completamente limpio y brillante.
Qué hacer si la chimenea no se ha deshollinado en años
Si es este el caso de tu chimenea, lo mejor será que contrates los servicios de un deshollinador profesional. Garantizarás tu seguridad evitando riesgos de fuego, intoxicaciones por mala combustión y mal funcionamiento de esta calefacción.
También te recomendamos que cuentes con expertos en casos como: que tu chimenea sea antigua, no la hayas prendido en años o esté muy sucia.
Y si necesitas ayuda con estas limpiezas, contacta con nosotros.
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Ya estamos en una nueva estación, la primavera. Y cada cambio de temporada, hay que llevar a cabo una puesta a punto del hogar, en este caso, la limpieza de primavera.
Esta limpieza de primavera es sinónimo de renovación, de cambio al entrar en una nueva estación. Con tareas de limpieza y mantenimiento diarios, esta limpieza de primavera sólo será una cuestión de pequeñas tareas. Por ejemplo, se hace hincapié en mantener el hogar libre de polvo y ácaros.
Si no sueles realizar tareas de limpieza diarias, esta limpieza de primavera puede suponerte un esfuerzo así que, en primer lugar, te compartimos unas recomendaciones antes de empezar a limpiar.
ANTES DE COMENZAR LA LIMPIEZA DE PRIMAVERA
Estos consejos te ayudarán a ahorrar tiempo y trabajo en tu limpieza de primavera:
Planifica. El primer consejo es planear las tareas, el orden de éstas y cuántos días vas a necesitar. No limpies toda la casa en un solo día, es inviable. Puedes organizar la limpieza así: habitaciones, zonas comunes y rincones. Empieza la limpieza por las zonas más descuidadas: armarios, estanterías, etc. Deja para el final los espacios que limpias más habitualmente. Un consejo: limpia de arriba abajo para no ensuciar lo que ya has limpiado. Con las tareas y el tiempo distribuidos, habrás organizado el trabajo y la limpieza será más sencilla.
Productos de limpieza. Dispón cerca los que vas a necesitar, para no tener que buscarlos mientras estás limpiando cada espacio. Siempre que puedas, usa productos naturales como: vinagre, bicarbonato, sal y limón. Si vas a emplear productos químicos para la suciedad más incrustada, intenta que sean ecológicos. Para usar estos productos, sigue las instrucciones del fabricante y no los mezcles. También prepara los utensilios de limpieza que vas a utilizar: escoba, fregona, cepillos, paños, esponjas, guantes, bolsas de plástico, etc.
Reparte las labores de limpieza entre todos los inquilinos. Si en tu casa sois varios residentes, divide la limpieza por partes y asigna tareas a cada miembro.
Ventila. Si abres las ventanas de los extremos de la vivienda, se creará una corriente de aire que circulara por toda la casa. Ventilando se renovará el aire y se secarán humedades.
Inspecciona qué tienes en casa. Antes o durante la limpieza, puedes deshacerte de lo que ya no utilices. Tienes dos opciones: donarlo/ regalarlo o tirarlo si está en mal estado.
LIMPIA TU HOGAR POR ESTANCIAS
Realiza la limpieza primaveral por estancias, repasando y retirando las cosas que no utilizas. Un consejo en general: intenta no recargar las habitaciones, ya que con menos cosas menos hay que limpiar.
SALÓN
El salón es un espacio polivalente y por ello es importante mantenerlo ordenado y despejado.
Como te acabamos de recomendar, no acumules más cosas de las necesarias, no recargues con elementos decorativos.
Sustituye los tejidos de invierno (como las fundas del sofá) por otros más ligeros y frescos (en algodón o lino) y en tonos claros. Lava estos textiles de invierno y guárdalos en bolsas para tejidos para que transpiren. Cuando hayas quitado las fundas, pasa el aspirador (con su cabezal especial para tapicerías) por los sofás. Dale importancia a los reposabrazos y a la parte trasera del sofá. ¿Tu sofá es desmontable? Desármalo para aspirar el armazón. No olvides limpiar la basecon un trapo húmedo. Si has descubierto una mancha seca, elimínala con amoníaco, espuma seca o un producto especial. Recuerda que es más sencillo acabar con las manchas nada más producirse. Haz los mismos pasos en sillones, sillas y cojines. Es decir, aspira, lava las fundas y los rellenos de los cojines.
En el mando de la televisión se acumulan gran cantidad de bacterias. Frota un algodón húmedo de alcohol en el mando para eliminarlas.
Limpia el polvo de muebles, lámparas y estanterías con un paño húmedo. En las estanterías, implementa la regla 60, 30, 10. Esta norma dice que el 60% de la librería deben ser libros. El 30% ha de estar vacío y el 10% restante puede ser decoración.
Si tienes un armario con copas o vitrinas, es el momento de limpiarlo. Saca las copas y el resto de menaje y lávalos. Mientras están fuera, quita el polvo a los estantes. Una vez secas, colócalos de nuevo.
Con un plumero, limpia los cuadros y seguidamente pasa el aspirador por todos los recovecos.
El último paso es fregar los suelos con un producto específico, dependiendo del material.
HABITACIONES
El dormitorio es un lugar de descanso. Para potenciar tu relax, esta estancia debe estar bien organizada y debe ser fácil de limpiar.
El cabecero de la cama es un acumulador de polvo que pasa desapercibido. Los de madera o metal puedes limpiarlos con el plumero. Aprovecha esta limpieza de primavera para pulirlos con un producto adecuado. Si los cabeceros son tapizados, aspíralos. Quita las manchas con un paño ligeramente humedecido con un poco de amoníaco disuelto en agua.
Cambia las sábanas una vez a la semana. Tira aquellas que estén desgastadas. Las fundas de las almohadas deben lavarse una vez al mes.
Cada 3 meses dale la vuelta al colchón. Cuando toque cambiar las sábanas, antes de poner las limpias, deja aireando el colchón durante media hora. Haz una limpieza profunda del colchón cada seis meses. Para hacerla, espolvorea bicarbonato por todo el colchón, deja que actúe un par de horas y aspira bien. Mete los almohadones en la lavadora, con programas diferentes dependiendo de si son de plumón o si son sintéticos. Si es posible, lávalos un día soleado para que se sequen al aire, se apelmazarán menos. Por último, te recomendamos lavar mensualmente la funda del colchón (lo ideal es tener dos fundas).
Antes de guardar los edredones, revisa si tienen alguna mancha. Si es así, aparta el relleno aislando la zona con una goma; lava la mancha a mano y cuando seque el edredón, quita la goma para que el relleno vuelva a su sitio. Después de eliminar la mancha, mete los edredones y las mantas en la lavadora. Si hay tejidos que no puedes lavar, límpialos en seco o llévalos a la tintorería. Para ahorrar espacio en el armario, enrolla las colchas, nórdicos y mantas sacándoles bien el aire antes de meterlos en bolsas. Intenta que dichas bolsas sean de tela transpirable.
Es hora de lavar y guardar la ropa de invierno. Si es posible, guárdala en bolsas transpirables. Ve sacando la ropa de primavera y verano. Cuando estés ordenando la ropa, tira las prendas que no estén en buenas condiciones. Las que estén semi nuevas puedes donarlas o venderlas. Aprovecha el cambio de armario para limpiar su interior. Si son de madera o lacados, bastara con pasar un paño ligeramente humedecido con jabón neutro, aclara y secarlos bien. ¿Quieres que tu armario y ropa huelan bien? Coloca unos saquitos con lavanda en el armario. La lavanda también alejará a los insectos.
También es el momento de descolgar y lavar cortinas y otros textiles mencionados. Reemplázalos por tejidos más ligeros y frescos.
Para terminar, barre y friega todo el suelo.
COCINA
Para que te sea más sencillo cocinar, organiza tu cocina de manera funcional. Para ello, comienza con la puesta a punto de la cocina para la primavera:
Muebles de la cocina. Primero de todo, empieza por ordenar y limpiar los armarios de la cocina. Retira todo lo que haya dentro y pasa primero un plumero y luego una esponja con detergente. Limpia el exterior con lavavajillas o amoníaco diluidos en agua. También puedes usar un poco de vinagre o desengrasante. Para acabar, aclara y seca con un paño suave para evitar las marcas. Cuando el exterior esté totalmente seco puedes aplicar un producto que dé brillo. Cuando esté el interior de los armarios esté despejado, aprovecha y deshazte de todo aquello que ya no quieras o esté caducado. Dispón los alimentos más antiguos delante para consumirlos primero. Es importante que tu despensa esté limpia y ordenada, ya que hay comida en ella.
Textiles de la cocina. ¿Están muy deteriorados? Retíralos. Si tienen manchas secas, mételos en agua caliente con amoniaco durante unas horas. Después, lávalos a 30 ºC. Si siguen sucios, añade lejía específica para prendas de color a la lavadora.
Azulejos. La grasa de la cocina hace que pierdan brillo. Límpialos con desengrasante, agua y un poco de jabón. No emplees demasiado jabón o los dejarás opacos. Para conseguir acabados sin marcas y brillantes, aplica limpiacristales o un producto especial.
Cocina y encimeras. Despeja las encimeras, tu cocina se verá más ordenada y limpia. Deshazte de las cosas que no necesitas ni utilizas. Al guardar las cosas de la cocina en el lugar correspondiente, es más fácil mantener el orden y la limpieza. Para ello, usa cestas multiusos para almacenar las latas, botes y paquetes. Tendrás todos los ingredientes y utensilios ordenados. Puedes utilizarlas para las encimeras y para el interior de los armarios.
La ventilación, los respiraderos y las campanas extractoras de la cocina acumulan mucha suciedad y grasa. Desmóntalos y límpialos con un producto que no sea agresivo con el metal.
Nevera y congelador. Par su puesta a punto, el primer paso es desconectar la nevera. Saca todos los alimentos y desmonta baldas, estanterías y cajones. Limpia estos componentes de la nevera en el fregadero con agua y jabón y déjalos secar. Una vez esté la nevera vacía, limpia su interior con un poco de agua y bicarbonato. Esta mezcla ayuda a acabar con los malos olores de la nevera. También te aconsejamos usar otros limpiadores naturales como el vinagre o el limón. Usando estos limpiadores caseros, evitarás que tu frigorífico huela a limpiador químico. Para el exterior de la nevera, emplea una mezcla de vinagre y agua para eliminar los restos de grasa de la cocina. Puedes limpiar con agua y vinagre las juntas de la puerta. Si hay moho, elimínalo con un poco de lejía diluida con agua. Antes de volver a llenar la nevera, comprueba la caducidad y el estado de los alimentos. No olvides retirar la nevera de la pared para limpiar por detrás. Además de quitar el polvo de la rejilla y de la parte superior. Puedes aprovechar también para organizar el espacio de la nevera. Te recomendamos colocar los alimentos en función de la temperatura que necesitan. Como en el caso de armarios y encimeras, también puedes usar en tu frigorífico bandejas de almacenaje. Aplica estos consejos también para el congelador.
Horno. Aplica desengrasante y vinagre para debilitar la grasa del horno y de la campana extractora. Termina la limpieza con un estropajo.
Limpia el fregadero de la cocina con un estropajo, anti cal y un abrillantador. También dales un agua a todos los utensilios de cocina, ordénalos y desecha los que ya no uses.
Acaba con la limpieza de primavera de la cocina barriendo y fregando el suelo con desinfectante y productos especiales.
BAÑO
Para que sea más fácil el mantenimiento y limpieza diaria del baño, evita acumular elementos.
Empieza con el aire acondicionado del baño, revisándolo y cambiando los filtros.
Elimina las marcas de agua de los azulejos con agua caliente jabonosa, un paño de microfibra y unas gotas de aceite esencial de árbol de té. También puedes aplicar un producto especial.
Seguidamente, es el turno de los muebles del baño, el espejo y la ventana. Saca todos los trastos del interior de los muebles y tira lo que no quieras o esté caducado. Limpia tanto el interior como el exterior y mete ordenadamente los productos que te quedes. Para limpiar el espejo, frota un paño seco contra la superficie para eliminar las partículas de suciedad. Después, echa un poco de vinagre sobre una hoja de periódico arrugada, nunca directamente en la superficie del espejo, y pásala por el espejo. Para acabar, arruga otra hoja de periódico seca y recorre la superficie para quitar la humedad. Si tu baño dispone de ventana, elimina el polvo con un cepillo y luego límpiala mediante un paño con agua y jabón.
Toca limpiar la ducha, el lavamanos y retrete. Métete en el interior de la ducha y desde ahí límpiala a fondo con un cepillo pequeño, agua y lejía. Añade antical para dar brillo a las mamparas. Deja secar toda la superficie y usa otro cepillo pequeño para quitar los restos. Para limpiar el váter y el lavamanos, usa un estropajo con el producto de limpieza correspondiente.
Mete las toallas actuales en la lavadora y cuelga toallas frescas. Puedes poner toallas blancas o de colores alegres. Coloca detalles aromáticos para darle un aire primaveral al baño.
Por último, barre y friega el suelo.
Además, te compartimos estos 4 elementos que no deberías dejar en el baño:
Cosméticos. Los vapores del calor y la humedad dañan a los cosméticos y cremas. Un truco para mejorar el efecto de algunas cremas es conservarlas en el frigorífico. Aprovecha la limpieza de primavera para revisarlos y tirar los que no uses o estén caducados.
Perfumes. El ambiente húmedo del baño puede afectar a las fragancias y hacer que se estropeen. El mejor lugar para guardarlos es en el armario y en su caja original, alejados de la luz y el calor.
Medicamentos. Pueden perder efectividad a causa de la humedad. Además de preservarlos en un lugar seco, guárdalos en su embalaje original para saber cuál es cuál y poder consultar la fecha de caducidad.
Joyas o bisutería. La humedad del baño puede hacer que se oxiden. Mejor guárdalas en tu habitación, dentro de bolsitas de algodón o en una caja de madera. Guardadas así también estarán protegidas de la luz y del polvo.
ZONAS COMUNES
LÁMPARAS Y BOMBILLAS
Estos elementos son frágiles, así que utiliza un plumero para limpiarlos. Si tienen manchas, pásales cuidadosamente una esponja o un paño húmedo.
¿Tus lámparas tienen cristales colgantes? Te compartimos un truco: ponte unos guantes de algodón, humedece tus dedos en limpiacristales (o en un poco de amoníaco diluido en agua) y pasa los dedos por los cristales uno por uno. Con esta táctica evitarás goterones.
Durante esta limpieza, también te aconsejamos limpiar en profundidad las pantallas de las lámparas, sobre todo si son de tela, de fibras naturales o con piezas de cristal.
ENCHUFES E INTERRUPTORES
Estos son dos elementos que solemos olvidar limpiar aunque los usamos a diario. Para ponerlos a punto, antes de nada, desconecta la luz. Limpia los enchufes e interruptores con un paño ligeramente húmedo. Si quedan restos de suciedad, elimínalos con un algodón humedecido en un poco de alcohol. Para los rincones y las zonas más estrechas puedes ayudarte de un bastoncillo o disco facial.
Para hacer una limpieza completa, retira el embellecedorcon un destornillador y limpia bien el interior de los bordes también con algodón y alcohol.
PLANTAS
La primavera es la época de las plantas. Éstas tienen doble función: decorativa y humedecen el ambiente. Algunas variedades incluso lo purifican.
Para dejarlas listas, limpia el polvo acumulado sobre las hojas con un paño suave humedecido en leche. También poda las hojas que estén secas y abona las plantas para que florezcan.
MUEBLES ALEJADOS DEL SOL
¿Por qué? Porque la luz del sol y la atmósfera seca desgastan los muebles de madera. Si les da el sol directo, desplaza ligeramente los muebles para sacarlos de su alcance. Igualmente, para fortalecerlos, aplícales una cera o un pulimento específico para madera.
CORTINAS
Si tienes otras cortinas más ligeras de algodón o de lino, cambia las actuales. Antes de guardar éstas, lávalas con un programa de centrifugado suave. Cuando estén secas, guárdalas (preferiblemente en papel de seda). Si tus cortinas actuales ya son finas, dales un lavado con un programa antiarrugas y cuélgalas ligeramente húmedas para no tener que plancharlas.
PUERTAS
Con ayuda de un paño de microfibra, agua y un poquito de lavavajillas, limpia las puertas. También puedes limpiarlas con un producto especial para madera y sacarles brillo con un paño suave.
Si las puertas tienen relieves (cuarterones o marcos), llega a ellos con un cepillo de dientes. Aclara con agua y seca con un paño que no desprenda pelusas. Para comprobar que no quedan marcas, observa la puerta a contraluz. No te olvides de limpiar el rodapié.
¿Tus puertas están lacadas? Emplea jabón neutro diluido en agua.
VENTANAS Y CRISTALES
Puedes fabricar un limpiacristales casero con vinagre y agua para limpiarlos. Vierte un poco de la mezcla en un paño que no raye las superficies de cristal. Otra alternativa es mezclar un poco de lavavajillas y unas gotas de amoníaco con agua. Para secar los cristales, hazlo siempre con papel de periódico o un paño de algodón. Repasa también las persianasy los marcosde las ventanas.
RINCONES Y ZÓCALOS
Para alcanzar los rincones más difíciles, usa el aspirador. Si éste no llega, utiliza un cepillo pequeño para expulsar el polvo de los rincones para seguidamente aspirarlo. En el caso de los zócalos, primero aspira el polvo y luego acaba la limpieza pasando un paño humedecido en jabón neutro. Sécalos bien y, si son de madera, aplícales un poco de cera.
TECHOS
Te compartimos dos opciones: puedes emplear el accesorio para tapicerías del aspirador o un cepillo de mango largo cubierto con un paño limpio (truco casero). ¿Tienes ventiladores de techo? Aprovecha la limpieza de primavera para limpiar sus aspas, pronto los pondrás en marcha y no querrás que el polvo acumulado en las aspas se extienda por toda tu casa.
PAREDES
Para su puesta a punto, comienza repasando los rincones y esquinas de los techos, marcos de puertas y ventanas con el plumero. También pasa un paño sobre los cuadros colgados en las paredes. Si tus paredes son de pintura plástica/lavable, pasa un paño humedecido con jabón neutro o un poco de lavavajillas (ambos diluidos en agua).
Antes de limpiar las paredes, prepara la cantidad necesaria para toda la superficie porque si paras a la mitad, puedes hacer una marca difícil de eliminar. Empieza por la parte de abajo y sigue hacia arriba. Si con la limpieza no sirve, puedes pintar las paredes más desgastadas.
SUELOS DE MADERA
Pasa habitualmente una mopa y elimina las manchas de los suelos de madera con un paño húmedo. Si los suelos están impermeabilizados puedes limpiarlos con una fregona ligeramente humedecida, bien escurrida. ¿Han aparecido rayasen tu suelo? Acaba con ellas frotando con un estropajo de acero y aplicando betún marrón mezclado con cera para igualar el color de la madera.
ALFOMBRAS
Igual que en el caso de las cortinas, cambia las alfombras cálidas por otras más frescas, de fibras vegetales. O recoge las gruesas y no coloques ninguna. Antes de guardar las actuales alfombras, lávalas espolvoreando bicarbonato en la superficie y dejándolo actuar durante 15 minutos. A continuación, pásales el aspirador y guárdalas enrolladas para evitar que se deformen. Antes de enrollarlas, confirma que están bien secas para que se conserven en perfectas condiciones.
Si no remplazas las alfombras, en esta limpieza de primavera aprovecha para eliminar las marcas creadas por el peso de los muebles. Levanta el pelo de las alfombras y evita que se noten las marcas con un cubito de hielo. Pon uno en cada marca y deja que se derrita. Espera a que se sequen y finalmente pasa a fondo el aspirador.
PEQUEÑOS ARREGLOS
Ya que te has puesto, además de limpiar es un buen momento para el mantenimiento del hogar: apretar aquellos tornillos flojos, cambiar las bombillas fundidas, engrasar las puertas que chirrían…
El truco para evitar grandes limpiezas es distribuir las tareas a lo largo del año. Aunque en esta limpieza de primavera también puedes aprovechar para poner a punto estancias que usamos mayormente en el buen tiempo, como las terrazas y jardines.
Si sigues la planificación y aplicas los consejos que te hemos proporcionado, harás una limpieza primaveral fácil y rápida. Y si no te apetece llevar a cabo esta limpieza de primavera ponte en contacto con nosotros y dejaremos tu hogar impecable.
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